La paciencia se agotó. Desde tempranas horas de la mañana, los habitantes de los barrios Evaristo Sourdis, San Carlos II y La Unión decidieron tomarse la vía La Cordialidad.
No fue una decisión improvisada, sino la consecuencia de años de promesas rotas y una obra de alcantarillado que parece haberse quedado atrapada en el papeleo.
Son más de 4.000 millones de pesos los que, según la comunidad, fueron destinados a mejorar el sistema de alcantarillado en la zona, con recursos provenientes de regalías. Sin embargo, suponPasa La Voz que después de tres años de espera, lo que sigue llegando a sus calles no son soluciones, sino excusas.
Con pancartas, ollas vacías y gritos que resumen su descontento, los vecinos exigieron la reactivación inmediata de los trabajos. Para ellos, el estancamiento del proyecto no es solo un tema de infraestructura, sino de dignidad.
“El alcantarillado no es un lujo, es una necesidad. Nos prometieron un cambio, pero seguimos conviviendo con aguas negras”, comentóa Pasa La Voz uno de los líderes comunitarios presentes en la protesta.
El bloqueo busca captar la atención de las autoridades locales y departamentales, para que no sigan ignorando una situación que ya afecta gravemente la salud y el bienestar de cientos de familias.
