viernes, agosto 22, 2025

Maduro pide a sus aliados defender a Venezuela frente a Estados Unidos

El miércoles por la noche, desde el Palacio de Miraflores y en cadena nacional, Nicolás Maduro volvió a levantar la voz contra Washington. Con tono desafiante, llamó a los “pueblos rebeldes, movimientos sociales y países aliados de América Latina, el Caribe y África” a cerrar filas en defensa de Venezuela frente a lo que describió como una “ofensiva militar y política” liderada por el entonces presidente estadounidense Donald Trump.

Un discurso de resistencia

En su intervención televisada, Maduro insistió en que el país cuenta con más de cuatro millones de milicianos armados dispuestos a incorporarse a la defensa nacional en caso de una intervención extranjera. La narrativa, marcada por referencias a la soberanía y a la “provocación imperialista”, fue acompañada por la orden de ejercicios militares en zonas estratégicas del territorio.

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) respaldó la postura del chavismo, señalando que el despliegue estadounidense en aguas del Caribe “disfrazado de operaciones antidrogas” representa una amenaza directa a la paz regional.

El músculo militar de Estados Unidos

La tensión se disparó tras el anuncio del Pentágono sobre el envío de un grupo anfibio de ataque encabezado por el Iwo Jima, junto a la 22ª Unidad Expedicionaria de Marines, destructores clase Arleigh Burke y aviones de vigilancia marítima P-8 Poseidon. En total, más de 4.000 efectivos, helicópteros, vehículos de desembarco y un submarino de ataque fueron movilizados hacia el Caribe.

De acuerdo con fuentes militares, esta fuerza tardó menos de 36 horas en posicionarse cerca de aguas venezolanas, mostrando una capacidad de despliegue rápido con misiles guiados y poder de desembarco de tropas.

El mensaje de Washington fue claro: las operaciones tienen como blanco a carteles transnacionales de la droga, muchos de los cuales, según EE.UU., operan bajo el amparo del régimen de Maduro. El secretario de Estado, Marco Rubio, lo resumió de manera tajante: “No reconocemos la legitimidad del régimen de Maduro; es una organización criminal”.

Un pulso que va más allá de la soberanía

El choque diplomático y militar no se limita a la defensa territorial. Para analistas internacionales, el discurso de Maduro busca también reforzar lealtades internas en un momento de aislamiento diplomático y presión económica. Presentar la crisis como una “agresión imperial” le permite movilizar sectores sociales afines y afianzar su narrativa de resistencia.

Estados Unidos, por su parte, no solo incrementa su estrategia de combate al narcotráfico, sino que envía un mensaje de poder geopolítico en medio de una relación cada vez más deteriorada con Caracas.

Un equilibrio frágil

En este tablero de tensiones, Venezuela insiste en su derecho a la autodeterminación, mientras que Washington apunta a deslegitimar y presionar al régimen chavista. La ecuación, sin embargo, es delicada: cualquier paso en falso puede desencadenar una escalada militar con repercusiones en toda la región.

Por ahora, el llamado de Maduro a sus aliados suena tanto a grito de resistencia internacional como a estrategia de control interno, en un país que sigue viviendo bajo el signo de la confrontación y la incertidumbre.

Related Articles

Stay Connected

0SeguidoresSeguir
0SuscriptoresSuscribirte
- Advertisement -spot_img

Latest Articles