La madrugada del 13 de junio, el silencio del exclusivo barrio Altos de Riomar fue interrumpido por un crimen que estremeció a Barranquilla
El asesinato del médico Roberto Vásquez Camargo, de 88 años, y su esposa Porfiria Isabel Escorcia Villalba, de 80. Ambos fueron atacados con objetos contundentes mientras dormían en su residencia.
Dos meses después, la Policía Metropolitana anunció la aprehensión de tres menores de edad —dos de 17 años y uno de 15— presuntamente implicados en el doble homicidio.
El operativo se desarrolló en el barrio Rebolo, sector de Aguas Mansas, tras una investigación exhaustiva que incluyó el análisis de más de 60 horas de grabaciones de seguridad, entrevistas a testigos, retratos hablados y reconocimientos fotográficos.
La principal hipótesis apunta a que los adolescentes ingresaron a la vivienda con intención de robo, pero al ser descubiertos o para evitar ser identificados, habrían cometido el asesinato. Uno de los aprehendidos ya contaba con antecedentes por hurto este mismo año.
Las víctimas, un matrimonio con más de medio siglo de vida juntos, eran reconocidas por su trayectoria y su vida familiar ejemplar, lo que ha provocado una profunda indignación en la comunidad barranquillera.
