En su primer día como titular del Ministerio de Igualdad, Juan Carlos Florián no solo asumió un cargo, sino que encendió un debate. Ante los micrófonos del pódcast A Pelo, pidió que lo llamen “ministra”. No fue un lapsus ni una ocurrencia improvisada: dijo que es una decisión “personal y política”, una forma de reivindicar su historia y desafiar las etiquetas que la sociedad impone.
Florián, que llega para reemplazar a Carlos Rosero, no es ajeno a la polémica. Su pasado como actor porno desató una oleada de críticas desde que el presidente Gustavo Petro anunció su nombramiento. Él responde sin titubeos: “Quienes trabajamos en la industria sexual merecemos las mismas garantías laborales que cualquier otro trabajador”.
En la misma conversación reveló otro capítulo de su vida: vive con VIH desde hace 20 años. Lo contó sin dramatismo, pero con un mensaje claro: no es una limitante para dirigir una cartera ministerial y no debería ser usado como un estigma.
Ahora, con un estilo frontal y una narrativa propia, Florián promete que el Ministerio de Igualdad será un escenario para incomodar, debatir y, sobre todo, visibilizar realidades que durante décadas han permanecido en silencio.