Adrián Camilo Ospina Fontalvo, de apenas 18 años, salió de su casa en Villa Angelita, Soledad, para ver a su novia. Minutos después, y a tan solo dos cuadras de su hogar, fue víctima de un ataque armado durante un intento de robo.
Según relatan sus familiares, Adrián estaba recostado en la cama junto a su madre cuando recibió el mensaje de su pareja. No tenía intención de salir, pero finalmente lo hizo. “Dos minutos después lo mataron”, contó una allegada con la voz quebrada.
Vecinos del sector fueron quienes llevaron la dolorosa noticia a la familia: el joven yacía en el suelo, herido de gravedad. Testigos indicaron que dos hombres en motocicleta intentaron robarle el celular y le dispararon en el pecho.
Trasladado a la Clínica Los Almendros, los médicos no pudieron salvarlo. Adrián era descrito como un muchacho tranquilo, hogareño y noble. Soñaba con ser futbolista y estudiar Fisioterapia; estaba ahorrando para regalarle una bicicleta a su sobrina por su cumpleaños.
Era el menor de tres hermanos. Hoy, su familia exige justicia y clama que los responsables no queden impunes.