sábado, agosto 9, 2025

El adiós prematuro de un joven policía en formación: José Manuel Vanegas Fernández

Por: Emilio Gutiérrez Yance

En el corazón de Zambrano, Bolívar, donde la alegría del ‘Cha Cha Cha’ resonaba en cada fiesta, un silencio repentino se apoderó del pueblo. José Manuel Vanegas Fernández, un joven auxiliar de policía de tan solo 20 años, vio truncado su sueño en la estación de Policía de Plato-Magdalena.

La estación de policía, testigo silencioso de una tragedia que enlutó a toda una comunidad. Allí, el joven auxiliar José Manuel, un alma llena de vida y sueños, encontró un final inesperado.

Agosto se acercaba, y con él, el licenciamiento de José Manuel, un joven auxiliar de policía que soñaba con ser Patrullero de la Policía Nacional de Colombia. Pero el destino, caprichoso e implacable, le tenía reservada una despedida prematura.

José Manuel, oriundo de Zambrano, Bolívar, era un joven alegre y lleno de vida, conocido por todos como ‘Cha Cha Cha’ debido a su pasión por el baile. Su carisma y energía contagiaban a todos en su comunidad.

En el servicio militar, la dedicación y el compromiso de José Manuel se podían sentir en cada acción, en cada palabra, en cada gesto. Era un auxiliar que irradiaba pasión por su trabajo y un profundo respeto por sus compañeros.

La tragedia golpeó a sus compañeros y superiores en la estación de policía de Plato, arrebatándole la vida a José Manuel de manera inesperada. El bullicio habitual de la estación se desvaneció, dejando un silencio opresivo que resonaba en los oídos de sus compañeros.

Los pasos de José Manuel ya no resonaban por los pasillos, ni su voz se escuchaba en las conversaciones cotidianas. El radio, que antes transmitía las novedades y la voz de José Manuel, ahora permanecía en silencio, como un mudo testigo de su ausencia. En voz baja, sus compañeros susurraban su nombre, recordando anécdotas y momentos compartidos. La noticia sumió en la tristeza a sus familiares y amigos, quienes no podían creer lo sucedido.

Su sueño de ser un patrullero de policía se vio truncado por el destino. La vida, frágil e impredecible, nos recuerda la importancia de valorar cada momento y honrar la memoria de aquellos que se van.

El silencio en el hogar:

La risa contagiosa de José Manuel ya no se escucha en la casa, dejando un vacío en el ambiente. Su alegría era el motor de la familia y su ausencia se siente en cada rincón. Los objetos personales de José Manuel, como su ropa, sus libros, ahora evocan recuerdos tristes y melancólicos.

Su padre José Vanesa, los conserva como un tesoro, pero al mismo tiempo les recuerdan su pérdida. Las comidas familiares ya no son lo mismo sin la presencia de José Manuel. Su silla permanece vacía y su ausencia se siente en cada bocado. Las noches son más largas y silenciosas sin la compañía de José Manuel. La familia se reúne para rezar por él y buscan consuelo en la fe.

Recordemos a José Manuel Vanegas Fernández, el ‘Cha Cha Cha’ de Zambrano, como un joven alegre, soñador y dedicado. Su legado perdurará en el corazón de quienes lo conocieron y amaron.

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