Su acompañante falleció en un centro asistencial
La tarde del lunes 4 de agosto terminó a punta de plomo en el sector de Villa Sevilla, en el oriente de Barranquilla. Eran las 6:20 p. m. cuando una moto con dos hombres a bordo se detuvo en una de las orejas del puente que conecta la calle Murillo con la Circunvalar. En segundos, el parrillero sacó un arma de fuego y disparó sin piedad contra sus dos objetivos: Margarita María Fernández De la Cruz, de 24 años, y Piter Alexander Castillo Muñoz.
Alias La Pibe cayó muerta en el acto. Dos disparos en la cabeza acabaron con su vida en plena vía pública. A su lado quedó gravemente herido Pilo, quien alcanzó a ser trasladado a la Clínica Los Almendros, pero murió minutos después por impactos en el abdomen y el brazo derecho.
Ambos eran conocidos por la comunidad y por la Policía. La Pibe tenía tres anotaciones judiciales: una por porte de estupefacientes, otra por hurto y una más por lesiones personales. Pilo, por su parte, también estaba fichado como presunto expendedor de drogas.
Según la Policía Metropolitana, la pareja hacía parte de una red de microtráfico que operaba en el sector. El doble homicidio, señalan fuentes policiales, podría tratarse de un ajuste de cuentas entre bandas dedicadas al control del narcomenudeo en esta zona caliente de la ciudad.
Los sicarios huyeron en la misma moto en la que llegaron. Por ahora, no hay capturas.
La calle volvió a mancharse de sangre. La guerra silenciosa por las esquinas sigue cobrándose vidas. Esta vez, le tocó el turno a Pilo y La Pibe.
