Lo que comenzó como una noche cualquiera de fútbol terminó en una escena de pánico y dolor en el barrio Boyacá, al suroriente de Barranquilla.
Sarai Andrea Almeida Villanueva, una joven de 20 años, se encuentra hoy entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Campbell, luego de recibir un disparo en el abdomen durante una riña entre dos grupos de jóvenes.
Todo ocurrió pasada la medianoche del martes, afuera de la cancha sintética La Patiada, cuando un grupo de amigos del barrio Santo Domingo se retiraba tras un partido. La aparente pérdida de un celular fue el detonante: uno de los jugadores notó la ausencia de su teléfono y comenzó a preguntar entre los suyos. Al no encontrar respuestas, se dirigió al equipo contrario, lo que encendió los ánimos.
Lo que fue una discusión verbal subió rápidamente de tono. En medio de la pelea, uno de los jóvenes desenfundó un arma de fuego y disparó. Un proyectil rozó la muñeca de Frank Puerta, novio de Sarai, mientras que otro impactó a la joven en el abdomen.
Sin pensarlo, Frank cargó a su pareja y, con la ayuda de sus amigos, la llevó hasta la clínica. Hoy, ella lucha por sobrevivir, mientras su familia y allegados claman justicia.
La Policía Metropolitana, a través de la Sijín, ya revisa cámaras de seguridad de la zona para identificar al responsable. El atacante, por ahora, sigue libre. Una vez más, la intolerancia armada empaña el deporte y deja una familia sumida en la incertidumbre.
