En un fallo que ya marca un antes y un después en la historia política y judicial del país, la jueza Sandra Heredia anunció este 28 de julio que el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue absuelto del delito de soborno simple, pero condenado por soborno a testigos y fraude procesal. La audiencia, que cierra un juicio de 67 días, deja al líder del Centro Democrático como el primer expresidente colombiano condenado en un proceso penal.
Heredia, con tono firme y argumentación detallada, desarmó la tesis de la defensa sobre una supuesta persecución política, y dejó claro que existió una operación orquestada desde Bogotá y Neiva para manipular declaraciones a favor de los hermanos Uribe Vélez. El eje de esta red: la búsqueda de retractaciones y beneficios ofrecidos a presos como Juan Guillermo Monsalve.
El caso de la exfiscal Hilda Niño fue crucial. Aunque se mencionó que recibiría beneficios por declarar en favor de Santiago Uribe, la defensa logró desmontar esa acusación al demostrar que su traslado se debió a una orden judicial, no a favores políticos. Esto le permitió a Uribe una absolución parcial.
Pero el capítulo más oscuro del fallo lo protagonizó el abogado Diego Cadena, de quien se dijo entregó dinero a presos para conseguir falsos testimonios. «No eran sumas irrisorias», señaló Heredia, quien habló de montos millonarios y de “una ocupación remunerada” por mentirle a la Corte Suprema, todo bajo el conocimiento del exmandatario.
El testimonio de Juan Guillermo Monsalve fue ratificado como creíble. “No está faltando a la verdad”, sentenció la jueza. También resaltó la presión sufrida por el exparamilitar y la fortaleza de Deyanira Gómez, madre de su hijo, a quien calificó como una pieza clave de respaldo en medio de la tormenta.
Así, mientras Álvaro Uribe gesticulaba en la sala y sus abogados preparaban apelaciones, el país cerró una página con una condena histórica, y abrió otra en la que el nombre del expresidente ya no está solo vinculado al poder, sino también a la justicia.
