La mañana de este jueves 17 de julio marcará un nuevo capítulo en la creciente tensión entre el Gobierno nacional y el gremio de arroceros, que desde el pasado 14 de julio mantienen bloqueos en varias vías del país como medida de presión ante la profunda crisis que enfrenta el sector.
El encuentro contará con la presencia de los ministerios de Agricultura, Comercio y Hacienda, así como del Comité Nacional de Arroceros, en un intento por destrabar una negociación que ha ganado urgencia en medio del paro.
El malestar de los productores tiene varios frentes, pero hay uno que sobresale con fuerza: el precio del arroz. La carga de 125 kilos, que en su momento se cotizaba a $235.000, ha caído a $170.000. Esta diferencia ha significado pérdidas multimillonarias para los cultivadores, que calculan una merma de $297 mil millones solo en el primer semestre del año, y proyectan una cifra aún más alarmante para lo que resta del 2025: cerca de $772 mil millones.
El gremio exige al Gobierno acciones concretas y respuestas inmediatas. Entre sus principales solicitudes se encuentran:
- Un régimen de libertad vigilada, que permita establecer un precio mínimo justo para el arroz.
- Incentivos parafiscales que alivien los costos de producción, junto con el pago de los apoyos a la comercialización ya prometidos.
- Una revisión urgente a la Tasa de Uso del Agua (TUA), que no ha tenido ninguna modificación pese a los reclamos.
- Cumplimiento de compromisos previos y medidas efectivas contra el contrabando y las importaciones desleales, especialmente desde Ecuador. También exigen revisar los Tratados de Libre Comercio (TLC) vigentes.
Desde el gremio critican que las propuestas del Gobierno para estabilizar el precio del arroz carecen de sustento técnico y jurídico, lo que ha impedido avanzar en soluciones estructurales.
Mientras las pérdidas crecen y los bloqueos siguen afectando la movilidad y el abastecimiento en distintas regiones, el país mira con expectativa una negociación que no solo definirá el rumbo de los cultivadores, sino también el del abastecimiento de uno de los alimentos básicos de la canasta familiar colombiana.