La ciudad amanece convulsionada tras la denuncia pública de un residente que calificó la Bahía de Santa Marta como un lugar en el que “como samario, ni me bañaría” debido al constante vertimiento de aguas negras con materia fecal. La crítica pone nuevamente en evidencia la aparente indiferencia y el desorden institucional del alcalde Carlos Pinedo, así como el precario estado del sistema sanitario distrital.
Aguas contaminadas y salud en riesgo
Vecinos y turistas han reportado episodios de reacciones alérgicas y brotes cutáneos tras bañarse en sectores como El Rodadero y Puerto Gaira. Incluso, una bogotana denunció haber perdido tejido corporal por una infección bacteriana adquirida en una de las playas samarias.
Los análisis epidemiológicos del doctor Edgar Rodríguez indican la presencia de bacterias coliformes superiores hasta 50 veces al límite permitido, sumado a larvas de organismos marinos, que explican los síntomas detectados.
Infraestructura colapsada: ¿por qué sigue el problema?
Del rebosamiento crónico del alcantarillado al esporádico cierre de la bahía por emergencia sanitaria, la ciudad entra en alerta reiterada . Pinedo ha admitido que el sistema se encuentra “obsoleto y superado”, anunciando con retraso un plan de mejoras con recursos nacionales, aunque “no es algo que se resuelva de la noche a la mañana”.
La actitud del alcalde ha sido calificada como insuficiente:
- Reddit habla de un destino turístico que se mantiene más por inversión privada, sin mejoras públicas reales.
- Residentes denuncian que “el agua que llega del río Manzanares es usada para necesidades” y que “las aguas negras van a parar al mar” .
Voces exigentes: “Indiferencia política” e imperativo de acción inmediata
Frente a la gravedad sanitaria, voces de la comunidad y el comercio turístico advierten que Santa Marta está en riesgo de perder credibilidad como referente vacacional. Reclaman respuestas del Distrito ante una emergencia que, dicen, no ha sido debidamente atendida.
Una actitud de urgencia:
“El fuerte olor en la Marina es insoportable… están en peligro los samarios y los turistas”, clamó un residente.
¿Qué debe hacer Pinedo ya?
- Ordenar un cierre técnico temporal de la Bahía Central mientras se estabiliza el sistema.
- Activar controles ambientales continuos del agua de mar en puntos críticos.
- Acelerar las obras de modernización del alcantarillado, incluyendo nueva tecnología y líneas de impulsión.
- Campaña de información clara, alertando a bañistas sobre riesgos sanitarios y medidas preventivas.
El saldo
Éste es un momento decisivo para Santa Marta: sus aguas contaminadas ya no son un rumor, sino una amenaza concreta para la salud y el turismo. El alcalde Pinedo tiene la oportunidad de pasar de la retórica a los hechos, evitando que la Bahía—una joya ambiental y económica—se convierta en un foco permanente de enfermedad y desconfianza.
