Nuevos detalles siguen saliendo a la luz sobre el atentado fallido contra el precandidato presidencial y senador Miguel Uribe Turbay. Tras casi un mes de investigaciones, la Fiscalía General de la Nación reveló durante una audiencia cómo Elder José Arteaga Hernández, alias El Costeño o Chipi, habría planeado el ataque con la participación de un menor de edad, al que seleccionó estratégicamente por su edad para evadir sanciones penales severas.
Según el testimonio clave de Katherine Martínez, alias Gabriela, una de las primeras capturadas en el caso, El Costeño buscaba específicamente un joven entre los 14 y 15 años. La razón, explicó la mujer ante la Fiscalía, es que a esa edad el responsable no sería juzgado como adulto, sino por la jurisdicción de menores, lo que implicaría consecuencias judiciales menos severas. Fue así como apareció en escena el joven conocido con el alias de Tianz, quien finalmente fue quien accionó el arma.
Durante la audiencia, a la que tuvo acceso Noticias Caracol, se reveló que alias El Costeño no solo convenció al menor de ejecutar el atentado, sino que también lo habría engañado sobre el supuesto plan de escape. Le prometió que tendría cinco minutos para huir y que miembros de la Policía lo recogerían en el lugar para facilitarle la fuga. Todo habría sido una farsa.
“Tranquilo, que cuando pase el hecho lo van a recoger y no va a haber ningún problema, porque él ya tiene contactada a la Policía”, fueron las palabras que, según el relato de la Fiscalía, alias El Costeño le dijo a Tianz antes del atentado.
Este atentado, aunque fallido, dejó una fuerte conmoción en el panorama político y de seguridad nacional. La investigación ha destapado una red que, según las autoridades, involucra a menores reclutados con fines delictivos y coordinadores que se valen de su vulnerabilidad para ejecutar crímenes de alto impacto.
Pero el caso no se detiene allí. En otras diligencias judiciales recientes, la Fiscalía también vinculó a El Costeño con otro crimen: el homicidio de un ciudadano mexicano de 54 años, comerciante de tecnología, quien fue asesinado a tiros en Medellín el pasado 30 de junio. La víctima recibió ocho impactos de bala en un establecimiento del barrio El Poblado, de acuerdo con el dictamen de Medicina Legal.
Fuentes de la investigación también señalaron que El Costeño habría continuado relacionándose con menores de edad incluso después del atentado contra Uribe Turbay. Uno de ellos, citado en el testimonio de un informante, le habría llevado comida el mismo día del asesinato del ciudadano extranjero, actuando como lo que en el bajo mundo se conoce como “carrito”, es decir, una persona encargada de hacer mandados o favores.
Las autoridades han advertido que estos nuevos elementos refuerzan la tesis de que Elder Arteaga no es un actor criminal aislado, sino un articulador clave de redes que operan reclutando menores, ejecutando asesinatos selectivos y desestabilizando la seguridad en varias regiones del país.
Por ahora, alias El Costeño permanece bajo custodia, mientras la Fiscalía avanza en la judicialización por múltiples delitos, incluyendo tentativa de homicidio, homicidio agravado, concierto para delinquir y uso de menores en la comisión de delitos.
