¡Se les cayó el viaje! Un cargamento de 590 kilos de marihuana que iba con rumbo centroamericano fue interceptado por tropas del Ejército Nacional y la Policía, en una operación que pareció sacada de una serie de Netflix… pero con final infeliz para los narcos.
La droga, mejor conocida por sus fans como “relax prensado”, habría salido desde Toribío (Cauca), pasó por Pradera y tenía como destino final Buenaventura, donde pretendían almacenarla para luego enviarla en semisumergibles rumbo a Panamá. Sí, en submarinos… porque el narcotráfico criollo ya no se mueve en burro ni en mula, ahora lo hace con tecnología.
El cargamento, según inteligencia militar, pertenece a la estructura Dagoberto Ramos Ortiz, uno de los brazos activos del GAO-r Estado Mayor Central, grupo armado residual que continúa delinquiendo en varias regiones del país.
El conductor del “viaje” fue capturado con las manos en el volante, literalmente, y quedó a disposición de la justicia por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Aún se investiga si era parte de la organización o solo un “mandadero”.




Con este operativo, las autoridades evitaron que más de 24.500 dosis de marihuana circularan en las calles de Centroamérica y el Caribe. ¡Pobre clientela! Se quedaron sin la “merca” del fin de semana.
Las Fuerzas Armadas celebraron este nuevo golpe al narcotráfico como una victoria en su lucha contra las economías ilegales que financian a grupos armados organizados.