Con el cierre de la temporada vacacional de mitad de año, los últimos cinco peajes que aún no habían actualizado sus tarifas para 2025 subirán sus precios este viernes 11 de julio. Las casetas de Cisneros y Aburrá en Antioquia, Machetá en Cundinamarca, El Carmen en Bolívar y El Placer en Nariño aplicarán incrementos que habían sido postergados desde enero, en un acuerdo entre el Ministerio de Transporte y las concesionarias viales.
Detrás de este aumento está el dato macroeconómico del IPC de 2023: 9.28%, un porcentaje que ahora se refleja en los bolsillos de conductores y transportadores, luego de un año de congelamiento de tarifas. El ajuste, que debió entrar en vigencia el pasado 10 de enero, se repartió en tres fases. Ahora, con esta última, la lista de peajes más costosos del país también se reconfigura.
A partir del viernes, quienes transiten por Cisneros pagarán $25.900, mientras que Aburrá costará $23.600, Machetá subirá a $12.100, El Carmen a $19.200 y El Placer ya se encuentra en $19.900 desde el 1 de julio.
Estos nuevos valores hacen que el peaje de Pipiral, en la Vía al Llano, siga liderando como el más costoso del país con $26.400, seguido ahora por Aburrá y Cisneros, por encima incluso del reconocido Túnel de Oriente.
¿Quién paga el costo del progreso?
El incremento ha reavivado el debate sobre el impacto económico del sistema de peajes, especialmente en el transporte de carga, uno de los sectores más afectados. Arnulfo Cuervo, presidente de Fedetranscarga, fue contundente: los peajes representan ya el 12% del costo operativo de los camiones. Para muchos transportadores, cruzar un solo peaje puede costar la mitad del ingreso diario promedio de un colombiano.
En contraste, países como Estados Unidos y China destinan solo el 2.75% y el 21% del ingreso diario promedio, respectivamente, para este tipo de pagos. “Estamos hablando de una carga desproporcionada que podría incluso desincentivar el uso de las vías concesionadas”, advirtió Cuervo.
Sin embargo, la otra cara del argumento la defiende Juan Martín Caicedo, presidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, quien insiste en que los peajes son la única vía sostenible de financiamiento para la red vial del país. “Sin ese recaudo, tocaría cubrir las vías con impuestos de todos los ciudadanos, incluso de quienes nunca usan esas carreteras”, explicó.
El negocio detrás del peaje
Según Fedetranscarga, con estas nuevas tarifas, las cinco casetas implicadas generarían más de $19.300 millones mensuales en ingresos:
- Aburrá: $8.534 millones
- El Placer: $3.998 millones
- Cisneros: $3.461 millones
- El Carmen: $1.803 millones
- Machetá: $1.693 millones
Este recaudo no solo cubre mantenimiento y operación: también respalda los créditos de cierre financiero que permitieron construir las vías.
Pero la pregunta persiste: ¿debería el país seguir apoyando su infraestructura en un modelo de usuario-pagador, o es hora de explorar formas más equitativas y progresivas de financiación vial?
Por ahora, lo cierto es que, a partir de este viernes, quienes salgan a carretera deberán llevar más dinero en efectivo… y más paciencia en sus cuentas.