Álvaro Leyva Durán, excanciller y figura clave del espectro político colombiano, rompió el silencio con una entrevista que sacudió el escenario nacional. En conversación con Revista Semana, Leyva no solo se defendió de las acusaciones de fraguar un supuesto golpe de Estado, sino que lanzó duros señalamientos contra el presidente Gustavo Petro y su círculo cercano.
“Petro venía dando un autogolpe”, sentenció el veterano político conservador, quien agregó que quien realmente está al mando del país “es Armando Benedetti”, actual ministro del Interior y exembajador en Venezuela.
Sus palabras llegan en medio de la polémica generada por unos audios filtrados y revelados por El País, en los que se escucha a Leyva haciendo afirmaciones comprometedores. Aunque calificó su frase de “sacar a ese tipo” (en referencia al presidente) como una «expresión tonta», también dejó claro su deseo: “El Presidente se tiene que ir”.
Pero Leyva no se detuvo ahí. En una mezcla de defensa personal y crítica institucional, aseguró que Colombia necesita un nuevo comienzo y que la vicepresidenta Francia Márquez debería ser quien asuma el poder:
“Ella tiene derecho a suceder al Presidente… quedaríamos en unas manos estupendas”.
Además, se distanció de cualquier intento golpista: “Soy constituyente, no golpista”, afirmó. Negó reuniones con congresistas estadounidenses como Mario Díaz-Balart y Carlos Giménez, aunque admitió lazos familiares con el primero.
También aprovechó para defender a Márquez, asegurando que ha sido víctima de racismo y desprecio político: “Ha sido objeto de un maltrato cobarde por ser negra”.
Leyva cuestionó duramente la forma de gobernar de Petro, a quien acusa de romper puentes con las Cortes, el Congreso y los gremios, y de generar una crisis institucional que —según él— podría tener salidas constitucionales, incluso citando el ejemplo de Guatemala.
En cuanto al escándalo de los pasaportes, aseguró que dejó una licitación abierta y que la posterior controversia con Portugal no fue de su responsabilidad. Aprovechó también para lanzar una crítica directa a Laura Sarabia, a quien describió como “inteligente” por haberse apartado antes de que estallara la tormenta.
Finalmente, Leyva dejó abierta la puerta a una posible investigación en su contra, pero desafió a Petro:
“Nunca hablaré de un hijo suyo. Yo vivo orgulloso del mío”.
El testimonio del excanciller ha encendido aún más la ya tensa atmósfera política del país, mientras la Casa de Nariño guarda silencio y los sectores políticos se dividen entre quienes ven en Leyva a un crítico valiente y quienes lo acusan de protagonismo peligroso.
