Según audios y testimonios obtenidos por El País (España), el excanciller Álvaro Leyva tramó un plan en Estados Unidos para remover a Gustavo Petro y colocar a Francia Márquez al mando.
En una reveladora investigación publicada este domingo por el diario El País, se expone que Álvaro Leyva, excanciller y antiguo aliado del presidente Petro, habría buscado apoyo en círculos republicanos en Estados Unidos para diseñar una estrategia destinada a forzar su salida del poder y sustituirlo por la vicepresidenta Francia Márquez.
Viajes y contactos en EE. UU.
Hace aproximadamente dos meses, Leyva viajó a Estados Unidos y sostuvo contactos con figuras como el congresista Mario Díaz‑Balart, conocido por sus posiciones conservadoras, y presuntamente intentó acercarse al senador Marco Rubio y otros asesores republicanos, con el objetivo expreso de ejercer “presión internacional” sobre el gobierno colombiano.
Una fuente estadounidense consultada por El País aseguró:
“Nos dijo que tenía todas las herramientas para ejecutar un plan y sacarlo. Su lugar lo ocuparía Francia Márquez (…) La ayuda de los americanos era muy importante”.
Audios que apuntan a conspiración
El diario obtuvo grabaciones en las que Leyva afirma: “hay que sacar a ese tipo” —refiriéndose al presidente— y sugiere incluso reconciliarse con bandas armadas como el ELN y el Clan del Golfo, para generar una crisis de seguridad que sirviera de pretexto para el cambio de mando.
En esas conversaciones también menciona la posibilidad de involucrar al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, y considera que un “gran acuerdo nacional” incluiría a organizaciones armadas e implicaría un riesgo para Colombia.
¿Y Francia Márquez?
El plan contempla a la vicepresidenta como figura de recambio. Leyva habría sugerido que Márquez ocuparía la Presidencia si Petro caía, justificando su involucramiento, dicen los audios, como parte de la estrategia.
Este presunto acuerdo generó una ruptura en la relación entre la presidenta y Petro, evidenciada públicamente durante el consejo de ministros del 4 de febrero, y confirmada en posteriores gestiones presidenciales.
Reacción oficial y contexto político
El presidente Petro reaccionó en mayo, denunciando públicamente una supuesta conspiración del congresista Díaz‑Balart. Más recientemente, durante su visita a Cali, reiteró que fuerzas de extrema derecha y vinculadas al narcotráfico buscaban orquestar un “golpe blando” en Colombia.
Por su parte, fuentes del gobierno de EE. UU. contactadas por El País desestimaron la idea de respaldar al excanciller en una iniciativa para presionar contra Petro.
De la cancillería al cuestionamiento público
Leyva, quien renunció tras una sanción por un contrato de pasaportes irregular, ha mantenido una actitud beligerante contra Petro en los últimos meses, señalándolo como incapaz de gobernar debido a un supuesto problema de adicción.
Este exfuncionario de 82 años recurre ahora —según el diario— a medios internacionales, audios y cartas críticas en redes, buscando legitimarlo como el brazo intelectual de una operación de presión política.
¿Qué queda por saber?
- ¿Se abrirán investigaciones formales para establecer contactos ilegales con gobiernos extranjeros?
- ¿Habrá acción de la Fiscalía, la Procuraduría o la Corte Suprema para verificar la autenticidad de los audios?
- ¿Volverán a fracturarse las relaciones internas del Gobierno, especialmente en torno a Francia Márquez?
Lo que está claro es que este episodio recalienta el ambiente político colombiano, sacudiendo los cimientos de la institucionalidad. Los próximos días definirán si esta acusación se convierte en investigación formal o queda como otra polémica mediática en el camino a las elecciones de 2026.
