A esta hora de la mañana, las calles del municipio de Malambo presentan una escena inusual: el silencio de las vías solo es interrumpido por el paso esporádico de vehículos particulares. La ausencia de los tradicionales motocarros, que a diario movilizan a miles de personas en esta población del área metropolitana de Barranquilla, ha llamado la atención de la ciudadanía y encendido las alarmas sobre una creciente preocupación por la seguridad.
Desde la jornada de ayer, los motocarros dejaron de circular tras la difusión de un panfleto amenazante que ha sembrado temor entre los conductores. El contenido del documento, cuya autoría aún no ha sido confirmada, advierte sobre posibles represalias contra quienes salgan a trabajar, lo que ha llevado a muchos a optar por resguardarse.
Fuentes no oficiales han indicado que hoy podría llevarse a cabo un plantón por parte del gremio de motocarristas de Malambo y el vecino municipio de Soledad, como forma de protesta ante esta situación de inseguridad que los mantiene paralizados y vulnerables.
“Tenemos miedo, no sabemos quién está detrás de esto. No queremos arriesgar nuestras vidas por salir a trabajar. Exigimos garantías de seguridad”, expresó uno de los conductores que prefirió mantener el anonimato.
La comunidad también se ha visto afectada por esta parálisis del transporte informal, que en muchas zonas representa el único medio para desplazarse hacia centros de trabajo, instituciones educativas o servicios de salud.
Hasta el momento, las autoridades locales no han emitido un pronunciamiento oficial, aunque se espera que en las próximas horas se refieran al caso y presenten medidas para garantizar la seguridad del gremio.
Esta situación revive el debate sobre la necesidad de fortalecer la presencia institucional en sectores vulnerables y de formalizar medios de transporte que, aunque informales, se han convertido en esenciales para la movilidad de miles de personas en municipios como Malambo y Soledad.
