La noche del martes se tiñó de angustia en el barrio Abajo de Barranquilla, cuando Víctor Ulises Cejis Hernández, un domiciliario de 27 años, quedó atrapado en medio de un violento ataque que lo dejó al borde de la muerte.
Alrededor de las 10:00 p.m., un sicario llegó hasta un establecimiento comercial ubicado en la carrera 52 con calle 47 y abrió fuego contra el local. Víctor, que se encontraba en la entrada del negocio, recibió dos disparos: uno en la cabeza y otro en una extremidad, heridas que lo mantienen en estado crítico en la Clínica Centro, donde fue trasladado de urgencia gracias a la rápida acción de los vecinos.
Este hecho no es aislado. Desde hace aproximadamente un mes, el comercio venía recibiendo amenazas de extorsión que sembraron miedo en la comunidad. Las investigaciones preliminares de la Policía Judicial apuntan a que el ataque está vinculado a la pugna territorial entre dos grupos criminales: ‘Los Pepes’, quienes operan en la zona, y ‘Los Costeños’, que buscan controlar las rentas ilegales del sector.
La situación refleja la escalada de violencia y el impacto de las mafias en los barrios populares de Barranquilla, donde la vida cotidiana se ve amenazada por la disputa entre bandas criminales. Por ahora, la salud de Víctor Ulises es motivo de esperanza y preocupación en igual medida, mientras las autoridades avanzan en las pesquisas para esclarecer el caso y frenar esta ola de criminalidad.
