La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) impuso una sanción a la empresa Postobón tras comprobar que las botellas de gaseosa de 350 mililitros que comercializa contenían menos producto del indicado en la etiqueta. En promedio, cada envase registró un faltante de 0,46 mililitros.
Aunque la diferencia por unidad puede parecer mínima, el impacto acumulado es significativo: con una venta anual que supera los 2.120 millones de botellas, la cifra total de gaseosa no entregada al consumidor asciende a 975.200 litros. Esto equivale a más de 2,7 millones de botellas completas que los compradores pagaron, pero que nunca recibieron en la práctica.
La SIC calificó esta práctica como una afectación sistemática al derecho del consumidor, al considerar que se trata de una omisión reiterada y engañosa frente al contenido real del producto ofrecido. La entidad recordó que el etiquetado debe reflejar con exactitud la cantidad de producto contenida en cada envase, y que los márgenes de error están regulados estrictamente.

Postobón deberá pagar una multa y corregir sus procesos de llenado para cumplir con los estándares establecidos. Hasta el momento, la empresa no ha emitido un pronunciamiento público sobre la sanción.