En medio de un ambiente político tenso y tras la reciente polémica por el decreto de consulta popular firmado por el presidente Gustavo Petro, la Reforma Laboral volvió a quedar en pausa. Este miércoles, el Senado decidió frenar la votación final del articulado y optó por crear una subcomisión que analizará las proposiciones y artículos nuevos incluidos en el texto.
La decisión fue contundente: 84 votos a favor y solo 4 en contra avalaron la creación del grupo técnico. La subcomisión quedó conformada por nueve senadores de diferentes bancadas, quienes deberán reunirse de inmediato junto a un asesor por cada uno, con el objetivo de destrabar el debate.
A pesar de que se había convocado la sesión con la promesa de avanzar en la aprobación de la reforma —incluso luego del atentado contra el senador Miguel Uribe Turbay—, la plenaria se inclinó por la prudencia y el análisis detallado.
La sesión también sirvió como termómetro político del malestar que ha generado en el Congreso el decreto de Petro para convocar una consulta popular. Aunque el mandatario insistió en que la medida es legal y se mantendrá vigente mientras el Legislativo no tramite la reforma tal como fue aprobada en la Cámara, varios sectores lo ven como una jugada autoritaria. El presidente del Senado, Efraín Cepeda, fue enfático al calificar el acto como «un golpe frontal contra la democracia».
Entre tanto, el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, defendió el decreto como un respaldo a la voluntad popular y reiteró que la consulta solo se retirará si el Congreso aprueba la reforma laboral en los términos ya establecidos.
La plenaria fue citada nuevamente para este jueves a las 8:00 a. m., con la expectativa de que la subcomisión entregue avances que permitan retomar la discusión y acercar al Congreso a una decisión definitiva.
