En medio de la audiencia preparatoria por el juicio contra Nicolás Petro, hijo del presidente Gustavo Petro, la Fiscalía General de la Nación cerró la puerta a una de las principales apuestas de su defensa: la comparecencia de los exfiscales Martha Janeth Mancera y Mario Burgos Patiño.
La fiscal Lucy Marcela Laborde, adscrita a la Delegada contra el Lavado de Activos, fue categórica al solicitar al juez Hugo Carbonó inadmitir los testimonios requeridos por la defensa, argumentando que su presencia “redundaría en la inutilidad del proceso” y que el juicio “no es el escenario para explicar decisiones internas del ente acusador”.
La solicitud original fue presentada por el abogado Alejandro Carranza el pasado 19 de mayo. Con ella, se buscaba que Mancera explicara la creación del Grupo de Tareas Especializadas que investigó a Petro, y que Burgos respondiera por su rol como fiscal del caso hasta su salida.
Sin embargo, para la fiscal Laborde, esta estrategia de la defensa busca desviar la atención de los cargos que enfrenta Nicolás Petro: enriquecimiento ilícito y lavado de activos, e incluso sugirió que el propósito era someter al exfiscal Burgos “a un juicio paralelo”.
En una línea aún más crítica, la fiscal sostuvo que los intentos por incluir en el juicio la acusación contra Daysuris Vásquez por violación de datos personales —como parte de la estrategia defensiva— también son improcedentes. «Un escrito de acusación no es un antecedente», puntualizó.
Con esta intervención, la Fiscalía dejó clara su intención de limitar el juicio a los hechos estrictamente relacionados con los delitos atribuidos a Nicolás Petro, sin permitir que se convierta en una revisión del funcionamiento interno del ente investigador.
La audiencia continuará en los próximos días, con decisiones claves pendientes sobre los elementos de prueba que serán aceptados para el juicio.
