Buenos Aires vibró y tembló. No fue por un gol de Messi ni por una ovación albiceleste, sino por la zurda eléctrica de Luis Díaz, ese guajiro imparable que volvió a vestirse de héroe con la camiseta tricolor. Colombia empató 1-1 con Argentina en un partido vibrante y de alto voltaje, y lo hizo con personalidad, juego y un gol que ya es parte de la memoria de la Eliminatoria.
Sí, volvió esa Colombia que ilusionó en la Copa América. La que se sacudió del empate sin alma ante Perú. La que no le teme a los gigantes. La que mira de frente al Mundial de 2026.
Bajo la dirección de Néstor Lorenzo, el equipo cafetero salió al césped del Monumental con el cuchillo entre los dientes. Y con un Díaz hambriento de gloria. Inició como centrodelantero, pero poco a poco fue tomando su zona favorita: la izquierda. Desde ahí comenzó a romper líneas, a desequilibrar, a llenar de dudas a la defensa más experimentada del continente.
El aviso llegó temprano: enganche, desborde, remate, y el “Dibu” Martínez salvando lo que ya parecía el primero. James y Muñoz no le ocultaron el reproche por no pasarla. Pero Díaz tenía un plan.
Del otro lado, Messi aparecía como una sombra de sí mismo. Una pincelada aquí, un intento allá. Lo más claro fue un bombazo de Julián Álvarez que exigió a Kevin Mier.




Y entonces, al minuto 24, se encendió el estadio y el fútbol: Díaz tomó el balón, corrió por la izquierda, dejó regados a Molina, Romero, Otamendi y Paredes, y definió cruzado, sin nervios, como en Anfield. Fue el primer gol colombiano en Argentina por Eliminatoria en casi tres décadas, desde el de Valderrama en 1997.
Colombia se agrandó en el segundo tiempo. Richard Ríos estuvo cerca del segundo con un remate que se desvió y casi engaña al arquero argentino. Mier, firme, ahogó gritos de gol de González y Enzo Fernández, y hasta Messi lo intentó con pelota parada. Pero nada.
Al minuto 70, Argentina se quedó con diez: Enzo fue expulsado por una patada temeraria a Kevin Castaño. Parecía que el partido se inclinaba para el visitante. Pero el fútbol es caprichoso.
A los 80′, un saque de banda se transformó en una jugada fatal: Thiago Almada encontró espacio y sacó un remate rasante que, pese al manotazo de Mier, terminó en la red.
Colombia no se rindió. A los 86′, Díaz volvió a decir presente: centro quirúrgico a la cabeza de Ríos, que estrelló su remate en el palo. El grito quedó ahogado.
Con este empate, la Tricolor suma 22 puntos y sigue en zona de clasificación directa, mientras Argentina también sigue firme en la cima.
Lo que viene será definitorio: en septiembre, Colombia recibirá a Bolivia y luego visitará a Venezuela. Pero hoy, lo que queda es una certeza: con Díaz como estandarte, este equipo puede soñar.