La reforma laboral impulsada por el Gobierno Nacional superó un nuevo obstáculo en el Congreso tras ser aprobada en tercer debate en la Comisión Cuarta del Senado. Sin embargo, según advierten congresistas afines al proyecto, aún hay puntos clave por defender en las próximas etapas legislativas.
Entre los avances destacados, se logró mantener la jornada laboral diurna hasta las 7:00 p.m., así como los recargos nocturnos, dominicales y festivos al 100%, sin restricciones para empresas, incluidas las mipymes. Estas fueron algunas de las propuestas más discutidas y defendidas por los promotores del proyecto, quienes han alertado sobre intentos previos de modificar sustancialmente el contenido original, lo que denominan como una posible “peluqueada” de la reforma.
No obstante, en la plenaria del Senado –última instancia antes de la conciliación final– aún se deben librar “batallas importantes”, como las condiciones laborales de los aprendices del SENA y la eliminación de figuras como el contrato sindical, que, según críticos, permite intermediación y precarización laboral.
«¡A no bajar la guardia! El seguro de vida de las reformas sigue siendo la consulta popular», señalaron desde sectores del oficialismo, recordando que el Ejecutivo ha insistido en impulsar una consulta popular como mecanismo de respaldo ciudadano si el Congreso no avala en su totalidad los cambios propuestos.
El proyecto tiene como fecha límite para ser votado en la plenaria del Senado hasta el 20 de junio, y su futuro aún depende del pulso político entre el Gobierno, la oposición y los sectores independientes.
