El hermano de Franklin, presunto feminicida de Wilmary Carolina Guerra Montilla, llevó al CTI a la finca «Las Palmitas» donde fue hallado el cuerpo de la joven, desaparecida desde septiembre de 2023. Según el padre de la víctima, el hermano de Franklin, quien administraba la finca, inicialmente negó su participación, pero bajo presión admitió haber visto a Wilmary antes de su muerte.
El hermano del presunto asesino indicó que Franklin llevó a Wilmary a la finca para un acto de brujería. El CTI, siguiendo sus indicaciones, encontró el cuerpo de Wilmary enterrado en la finca. El padre de Wilmary sospecha que el hermano del presunto asesino participó en el crimen.
“Fue ahí”: la confesión que cambió el rumbo del caso
Al principio, el hermano de Franklin negó cualquier vínculo con el crimen. Estaba en su casa, tranquilo, cuando fue capturado. Pero ante la presión del fiscal del caso y los investigadores, comenzó a titubear. Su primera versión fue fragmentada, intentando deslindarse: afirmó que el 19 de septiembre Franklin había llegado a la finca con Wilmary y que planeaban hacer un “acto de brujería”, por lo que se dirigieron a otra finca.
Pero ni Wilmer ni las autoridades creyeron esa historia. “Nadie va a encontrar un cuerpo así de fácil sin saber exactamente dónde está. Eso no es una referencia cualquiera. Él participó”, sentenció el padre de la víctima.

El hallazgo: una excavación entre el dolor y la verdad
El jueves por la mañana, el CTI se dirigió al lugar que el hombre indicó. Bajaron del vehículo, caminaron entre el monte, y comenzaron a excavar donde él les dijo: “Caven aquí”. Tras un metro de profundidad, no hallaban nada. “Sigan cavando”, insistió. Hasta que apareció un brazo. Luego, el resto del cuerpo.
La escena fue impactante. Aunque el operativo fue técnico, los sentimientos eran imposibles de contener. Habían encontrado el cuerpo de Wilmary. El final que su padre temía, pero necesitaba confirmar.

Clamor de justicia y una promesa de no olvido
Wilmer Guerra, en medio de su dolor, hizo un llamado a las autoridades: “Los investigadores deben ponerse en el lugar de las víctimas. Si eligieron este trabajo, que lo hagan con amor. No hay nada más noble que buscar la verdad con dedicación”.
Mientras tanto, el principal sospechoso, Franklin Jesús Trillos Yance, sigue prófugo. Sobre él pesan no solo las acusaciones de feminicidio, sino también versiones que lo vinculan con prácticas de brujería y manipulación.
La investigación continúa. Pero ahora, con el cuerpo de Wilmary recuperado, la justicia tiene una prueba irrefutable. Y un padre, aunque devastado, puede comenzar a cerrar un ciclo: el de la búsqueda. Porque la lucha por justicia apenas comienza.
Las autoridades continúan investigando el caso para esclarecer los hechos y determinar la responsabilidad de los implicados.