Fedeseguros plantea riesgos para la sostenibilidad del sector si se aprueba la reforma laboral, mientras expertos recuerdan que durante el gobierno de Álvaro Uribe sí se redujeron recargos y garantías sin escalonamientos.
Las recientes advertencias del gremio Fedeseguros sobre los efectos de la reforma laboral en el sector de la vigilancia han abierto un nuevo debate. La organización, que agrupa a empleadores del sector de seguridad privada, señaló que el proyecto podría poner en riesgo la viabilidad de muchas empresas, aumentar hasta en un 18 % el costo del servicio y, eventualmente, afectar la seguridad en el país.
Sin embargo, expertos y voces críticas han recordado que fue precisamente durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, en 2002, cuando se redujeron significativamente los derechos laborales sin procesos graduales, sino de un «topetazo», afectando directamente a los trabajadores en la practica, de un día para otro. La Ley 789 de ese año modificó la jornada laboral: extendió el horario diurno hasta las 10:00 p.m. y redujo el recargo por trabajo en domingos y festivos, así como los beneficios para aprendices del Sena.
“El mismo Uribe que hoy se presenta como defensor de los trabajadores fue quien eliminó el 100 % de recargo dominical, quitó las prestaciones a los aprendices y retrasó el inicio del recargo nocturno a las 10 p.m.”, expresó un analista laboral en redes sociales. “Y lo hizo de un solo tajo, sin progresividad ni diálogo social”.
Ahora, frente a la posibilidad de que la reforma laboral impulsada por el gobierno actual restituya parte de esos derechos, Fedeseguros propone que los cambios se implementen de manera escalonada. Por ejemplo, sugiere que el horario de trabajo nocturno inicie a las 8:00 p.m. en 2026 y a las 7:00 p.m. en 2027, así como aumentos progresivos del recargo dominical al 80 %, 90 % y 100 % en los años 2026, 2027 y 2028, respectivamente.
También se modificaron los recargos dominicales y festivos y el contrato de aprendizaje
Otro de los cambios que trajo la ley 789 de 2002 fue la disminución de los recargos dominicales y festivos, que pasaron de remunerarse con un cargo extra del 100 por ciento al 75 por ciento, como mencionó Arias.
Por ejemplo, una hora ordinaria laborada en cualquier día de la semana cuesta 4.833 pesos. Sin embargo, si un empleado trabaja un domingo o un día festivo, se le paga un porcentaje adicional. Con el recargo actual del 75 por ciento, queda en 8.458 pesos, lo que representa una diferencia de 1.208 pesos menos en comparación con un recargo del 100 por ciento, como era antes de la ley 789.
El otro punto del senador en su trino y que la usuaria del video califica como falso es la modificación que dicha ley hizo a los contratos de aprendizaje (Art. 31). Este es un tipo de contrato especial que permite vincular estudiantes de programas técnicos, tecnológicos y universitarios en empresas para recibir formación profesional y cumplir con los requisitos de sus programas académicos.
El proceso está dividido en dos partes: la etapa lectiva, en la cual el aprendiz o practicante adquiere conocimientos teóricos, y la etapa práctica o productiva. La ley 789 determina que si el aprendiz se encuentra en la etapa lectiva, la empresa o el empleador deben afiliarlo únicamente a la salud, y si está en práctica, el practicante también debe ser afiliado a salud y a una Aseguradora de Riesgos Laborales (ARL).
Antes de esta ley, los aprendices o practicantes contaban con el pago de todos los aportes a los subsistemas de la seguridad social: salud, pensión y riesgos laborales. Este cambio se dio porque anteriormente el contrato de aprendizaje se asimilaba a un contrato de trabajo, en el que el aprendiz era considerado como un empleado más. En la ley 789 se estableció que el contrato de aprendizaje no implica una relación laboral propiamente dicha, ya que su objetivo principal es formar al aprendiz o practicante para su futura inserción en el mundo laboral.
La reforma laboral del gobierno Petro busca modificar esta ley
Una de las propuestas principales de esta reforma es cambiar la jornada laboral, el costo de las horas extra y de los recargos dominicales y festivos.
En un primer momento, la reforma laboral proponía que la jornada diurna fuera desde las 6 a.m. hasta las 6 p.m., y la nocturna entre las 6 p.m. y las 6 a.m. En la ponencia de la reforma la jornada nocturna quedó desde las 7 p.m. En cualquier caso, se amplía lo que hace que aumente el costo del trabajo nocturno y se pague como antes de que Uribe lo cambiara.
Otro de los puntos es incrementar el pago de los dominicales y los festivos, para que el recargo pase nuevamente a ser del 100 por ciento.
Esto ha causado polémica entre empresarios y sectores políticos, ya que la aprobación de estos puntos implicaría el aumento de las responsabilidades económicas que el empleador tiene con sus trabajadores. Sin embargo, en la ponencia se plantea que en el caso de los dominicales sería un cambio transitorio y se iría incrementando entre 2024 y 2026 (Como si el recorte Uribe lo hubiera hecho gradualmente).
En todo caso, la reforma laboral de Petro modifica la ley 789, que fue aprobada en el gobierno de Uribe. Esta última tenía como objetivo reducir los costos de contratación para los empresarios, principalmente de los sectores comercio y turismo, y así incrementar el empleo, lo que nunc se dio, antes, creció la informalidad, es decir, no se generó más empleo formal. Pero, a pesar de que los trabajadores laboraron más, no se generaron más puestos de trabajo, como indican estos artículos académicos, uno publicado por el Banco de la República y otro por una revista científica de la Universidad Tecnológica de Bolívar.
Ahora Fedeseguros victimizado con amnecia de un pasado que se le recuerda
El presidente de Fedeseguros, Nicolás Botero, manifestó que de no contemplarse ajustes realistas, se pondrían en riesgo empresas del sector. “El país no se puede equivocar y crear una ola de inseguridad y desempleo que puede ser absolutamente evitable”, señaló. También solicitaron que se actualice el decreto sobre la tarifa mínima del servicio de vigilancia para garantizar que se cubran salarios, recargos, prestaciones y demás obligaciones legales.
Asimismo, el gremio pidió que se incluya en la reforma una excepción que permita a los trabajadores del sector laborar hasta 60 horas semanales —con 44 horas ordinarias y 16 extras en 2025, y 42 ordinarias con 18 extras en 2026— como lo permite la legislación actual para vigilantes.
Desde Fedeseguros aseguran que no están en contra de mejorar los ingresos de los trabajadores, pero sí advierten que sin los ajustes adecuados, se podría generar el efecto contrario: más desempleo y menos ingresos. “Muchos contratos podrían volverse inviables. Reiteramos que no nos oponemos a los aumentos, pero deben implementarse con sensatez y gradualidad”, dijo el gremio en un comunicado.
Mientras tanto, para muchos analistas laborales y sindicales, la preocupación del gremio resulta llamativa si se compara con el silencio que guardaron hace dos décadas, cuando se desmontaron importantes derechos laborales sin considerar progresividad ni impactos sociales.
La informalidad laboral acabará a futuro con las pensiones en Colombia, dado que los ingresos no dan para pagar de manera independientes los aportes a salud y pensión, acabando con las aspiraciones de nuevas generaciones en el país de alcanzar una pensión a futuro.
Hoy, el debate sigue abierto: ¿justicia laboral o sostenibilidad empresarial?, Como quien dice, el trabajador a someterse para mantener al empresario feliz.