A menos de 70 días de conmemorar sus 500 años de fundación, la ciudad enfrenta una dolorosa realidad: niños del IED Bastidas asisten al colegio caminando entre aguas residuales, mientras el puesto de salud del mismo barrio atiende a más de 15.000 personas en condiciones insalubres extremas.
La imagen muestra a estudiantes cruzando calles inundadas por aguas negras sin tratar, en una situación que pone en riesgo su salud y dignidad. Médicos del centro asistencial, por su parte, denuncian que trabajan en medio de fétidos olores, humedad y condiciones impropias para la atención de pacientes.
Expertos advierten que la exposición prolongada a estas aguas contaminadas puede causar enfermedades gastrointestinales, infecciosas y respiratorias, especialmente en niños, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
La comunidad del barrio Bastidas hace un llamado urgente a la alcaldía de Santa Marta, a la Secretaría de Salud y a Essmar, para que intervengan de inmediato y solucionen esta emergencia sanitaria que vulnera los derechos fundamentales de cientos de familias.
Mientras la ciudad se prepara para celebrar su historia, sus niños caminan sobre aguas que denuncian el olvido.