El futuro de la empresa de energía Air-e está en vilo. Con deudas cercanas a los $2 billones y una situación financiera crítica, el Gobierno nacional se prepara para tomar decisiones drásticas. Así lo confirmó el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, quien anunció que en los próximos días convocará una reunión de alto nivel para definir cómo inyectarle recursos frescos a la compañía y garantizar la continuidad del servicio en la región Caribe.
“Necesitamos buscar quién nos ayude a inyectarle recursos a Air-e”, declaró el funcionario en entrevista con Atlántico en Noticias y Zona Cero. Aunque recientemente se giraron $200 mil millones por concepto de subsidios, reconoció que ese dinero solo ofrece un alivio temporal. “Nos compra unos meses”, dijo Palma.
Air-e, entre la privatización y la nacionalización
Entre las opciones sobre la mesa está la creación de una sociedad de economía mixta, que combine inversión pública con participación privada, o incluso la transformación de Air-e en una empresa totalmente estatal. Cualquiera de estas alternativas requerirá una inyección urgente de capital para modernizar la infraestructura eléctrica del Caribe, una de las más precarias del país.
“Esto es un problema de liquidez grave. Si el Estado tiene la capacidad, asumirá parte de la deuda. Pero necesitamos sumar esfuerzos”, insistió Palma.
El peso de la crisis
Según el ministro, los problemas de Air-e se agravaron desde finales de 2024, cuando los precios de la energía se dispararon sin control. A eso se sumaron los efectos del fenómeno de El Niño y la alta exposición de la empresa al mercado de bolsa, donde las tarifas han sido especialmente volátiles.
Ante este escenario, la Superintendencia de Servicios Públicos deberá presentar una “solución empresarial” clara y viable, que defina el camino a seguir para evitar que el servicio de energía colapse en zonas críticas del Atlántico, Magdalena y La Guajira.
Reunión decisiva
La mesa de trabajo convocada por el Ministerio incluirá a la Superservicios, el Ministerio de Hacienda, Planeación Nacional y la administración de Air-e. El objetivo: definir una hoja de ruta para salvar a la empresa sin afectar aún más las finanzas públicas.
La situación es urgente. El Caribe colombiano, históricamente golpeado por un deficiente servicio de energía, vuelve a estar en el centro del debate nacional. La pregunta ahora es si el Estado tiene el músculo —y la voluntad política— para evitar que Air-e se apague.