La Organización de las Naciones Unidas (ONU) lanzó una alerta sobre los riesgos sociales, económicos y ambientales que enfrentan varios países latinoamericanos ante la creciente demanda global de minerales necesarios para impulsar la transición hacia energías renovables.
Según el organismo internacional, esta presión por recursos como el litio, el cobre y el níquel podría disparar la minería ilegal, así como fomentar la criminalidad, la corrupción y el debilitamiento institucional en países como Colombia, Brasil y Ecuador.
La ONU subraya que esta dinámica podría agravar los conflictos sociales en comunidades afectadas, al tiempo que amplifica el impacto ambiental negativo en zonas de alta biodiversidad, muchas de ellas ya vulnerables por la falta de control estatal y presencia de economías ilícitas.
“Además de los daños sociales y económicos que ya genera la minería ilegal, se avecina una nueva ola de afectaciones ambientales asociadas al auge de esta actividad en el marco de la transición energética”, señaló el informe del organismo.
El llamado de atención busca que los gobiernos de la región anticipen políticas de regulación, transparencia y sostenibilidad, a fin de evitar que la carrera por minerales «verdes» termine reproduciendo modelos extractivistas violentos e insostenibles.