En una alocución inesperada desde China, el presidente Gustavo Petro rompió el silencio tras el revés sufrido por su propuesta de consulta popular en el Senado de la República. Visiblemente frustrado, pero firme en sus palabras, el mandatario se refirió al hecho como un “acto dantesco” y denunció maniobras irregulares durante la votación que terminó archivando la iniciativa.
“Tenía mucho optimismo. No nos sorprende, pero sí decepciona”, dijo Petro, marcando el tono de un discurso cargado de acusaciones y advertencias, pero también de llamados a la organización popular sin recurrir a la violencia.
El jefe de Estado señaló directamente al presidente del Senado, Efraín Cepeda, y al secretario de la corporación, a quienes acusó de acelerar la votación y de impedir que algunos senadores emitieran su sufragio. “Así no se convoca al país. Así se convoca a la violencia, a la venganza”, advirtió, en un mensaje que resonó más allá de las fronteras políticas.
Lejos de encender el fuego de la confrontación en las calles, Petro pidió a la ciudadanía evitar la violencia. “No levantar una sola arma contra el pueblo”, dijo, en un claro mensaje también dirigido a las Fuerzas Militares. “Cuidemos los edificios. No ejercer violencia contra nadie”, reiteró.
Sin embargo, no ocultó su intención de mantener viva la movilización social. Convocó a cabildos abiertos en todo el país, con la participación de sindicatos, campesinos, juventudes y otras organizaciones sociales. “Los convoco, bajo la espada de Bolívar, para debatir en asamblea permanente”, expresó con tono solemne, apelando a uno de los símbolos históricos más cargados de contenido político en su discurso.
El presidente también hizo un llamado directo al Congreso: “Le solicito al Senado poner de nuevo a votación la consulta popular”, insistió, dejando claro que aún no da por cerrada la discusión.
Concluyó su intervención con una exhortación al pueblo colombiano: responder con contundencia, pero sin violencia. “La respuesta a la corrupción en el Senado debe ser tranquila, pero profundamente contundente”, sentenció.
Mientras tanto, el país queda a la expectativa: ¿será esta la chispa de una nueva ola de movilización social? ¿Responderá el Congreso a la presión del Ejecutivo? Las próximas horas serán decisivas en un escenario político cada vez más tenso.