La noche del lunes se tiñó de violencia en el corregimiento de Palermo, Magdalena. Al filo de la medianoche, el silencio de la vía que conecta a Barranquilla con Santa Marta fue roto por una ráfaga de disparos. El blanco: un puesto de control de la Policía ubicado junto a la subestación local.
Según las primeras versiones, siete hombres fuertemente armados, que se movilizaban en una camioneta gris, descendieron en el sector y abrieron fuego contra tres uniformados que cumplían labores de vigilancia. Dos de ellos lograron resguardarse. El tercero, el subintendente Ronald Andrés Montañez Quijano, fue alcanzado por las balas.
Gravemente herido, Montañez fue trasladado a la Clínica La Misericordia de Barranquilla, donde falleció en la madrugada de este martes, pese a los esfuerzos médicos por salvarle la vida.
El ataque se suma a una preocupante cadena de hostigamientos registrados en las últimas 72 horas en el departamento del Magdalena. En El Retén, Sabanas de San Ángel y la Zona Bananera, se han presentado emboscadas y ataques armados a unidades policiales, configurando lo que las autoridades ya identifican como una posible ofensiva delictiva en forma de plan pistola contra la Fuerza Pública.
Mientras avanza la investigación y se activa un operativo para dar con los responsables, la muerte del subintendente Montañez deja en evidencia la creciente escalada de violencia contra la Policía en la región, y la necesidad urgente de reforzar la seguridad en estos puntos críticos del Caribe colombiano.