Un ataque sicarial en plena zona norte de Barranquilla ha puesto bajo la lupa a un funcionario de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian), no solo por la gravedad del hecho sino por las posibles conexiones que este tendría con un estilo de vida que no coincide con su historial salarial y con procesos judiciales abiertos.
Se trata de Edgardo Fernández Martínez, conocido como ‘El Mono’, de 59 años y natural de Hatillo de Loba, Bolívar. El funcionario fue baleado el pasado lunes 21 de abril mientras se encontraba sentado en el parqueadero de un reconocido supermercado del barrio Villa Santos. El atacante descendió de una motocicleta y le disparó por la espalda. Fernández fue trasladado de urgencia a la Clínica Portoazul, donde fue intervenido por heridas en la parte posterior del cráneo.

Aunque inicialmente se trató el hecho como un intento de sicariato aislado, las autoridades comenzaron a conectar piezas que podrían esclarecer el motivo del atentado. Fernández tiene dos anotaciones judiciales: una por estafa en 2019 y otra por lavado de activos en 2023. Esta última línea es ahora el eje central de la investigación.
Además, llamó la atención de los investigadores el nivel de vida del funcionario: vehículos de alta gama, bienes costosos y un evidente poder adquisitivo que supera lo esperable para alguien con un salario de servidor público, incluso si se considera su ascenso dentro de la Dian.
Desde hace 17 años, Fernández ha trabajado en la entidad. Inició como Técnico Administrativo y actualmente ostentaría un cargo directivo, con un salario superior a los $26 millones mensuales. Sin embargo, los registros patrimoniales y su entorno social sugerirían que sus ingresos podrían tener otras fuentes.
Este martes, Luis Eduardo Llinás Chica, director general de la Dian, confirmó tener conocimiento del caso e indicó que la Fiscalía investiga el trasfondo del atentado. En declaraciones públicas aseguró que la institución reconoce que existen “manzanas podridas”, pero que la mayoría de los funcionarios son técnicos con integridad. Aún así, admitió que Fernández tenía una indagación abierta por lavado de activos.
Por ahora, las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer si el ataque está vinculado a su actividad dentro de la Dian o a sus posibles relaciones con estructuras delictivas.