Lo que parecía un cargamento común de plátanos verdes escondía un “fruto prohibido”: 1.400 kilos de cocaína. La Policía Antinarcóticos logró una de las incautaciones más grandes del año en el puerto de Santa Marta, justo cuando la droga iba a ser enviada vía marítima hacia Southampton, en el Reino Unido.
¿El camuflaje? Ingenioso pero no suficiente: las cajas repletas de plátano escondían el polvo blanco en compartimentos estratégicamente diseñados. Sin embargo, no contaban con el olfato implacable de los binomios caninos entrenados para detectar hasta el más mínimo rastro de estupefacientes.
“Gracias a labores de inteligencia, inspección detallada y el trabajo de nuestros perros antinarcóticos, logramos frenar este cargamento antes de que saliera del país”, informó la Policía.
Un golpe millonario a ‘Los Pachenca’
Según las autoridades, el cargamento pertenecía a la estructura criminal ‘Los Pachenca’, y su valor en el mercado europeo superaba los 47 millones de euros. La incautación equivale a 3.5 millones de dosis que no llegarán a las calles del continente.
Con esta operación, no solo se detuvo el envío de droga, sino también una importante fuente de financiación de esta red criminal que opera en la región Caribe.
Dato curioso (y preocupante):
Santa Marta se ha convertido en uno de los puntos clave para el narcotráfico por su salida al mar Caribe y conexiones internacionales. El camuflaje con productos agrícolas se ha vuelto una de las estrategias favoritas de las bandas criminales.
