Eran las 10:15 de la mañana cuando el barrio Las Nieves, en el suroriente de Barranquilla, se sacudió con el sonido seco de varios disparos. La calle 18 con carrera 24, usualmente ocupada por vendedores ambulantes, motos parqueadas y vecinos que charlan en las esquinas, se convirtió en escenario de una intensa persecución policial.
Minutos antes, según reportes oficiales, dos jóvenes —Harold Alfonso Yaruro Ruiz, de 25 años, y John Kevin Churio Acosta, de 23— habrían robado una motocicleta. La huida duró poco. En una coincidencia que parece sacada de una película, los presuntos delincuentes se encontraron de frente con una patrulla de la Policía Nacional.
Los uniformados no dudaron. Inició una persecución a toda velocidad. Testigos aseguran que el parrillero, al verse acorralado, sacó un arma y abrió fuego contra los policías. La respuesta fue inmediata: una balacera en pleno corazón del barrio, con transeúntes buscando refugio detrás de puertas, carros y esquinas.
“Parecía una guerra”, dijo un comerciante de la zona que prefirió no dar su nombre. “Yo estaba arreglando la mercancía cuando empezaron los tiros. Me tiré al suelo y solo escuchaba gritos”.
La persecución terminó con los dos sospechosos heridos y capturados. Yaruro Ruiz recibió dos impactos de bala en las piernas; Churio Acosta fue herido en el pecho y la pierna derecha. Ambos fueron trasladados al Hospital General de Barranquilla bajo custodia policial.
La motocicleta robada fue recuperada, y los agentes incautaron un arma de fuego y un proveedor. Según la Policía, los capturados ya tenían antecedentes por otros delitos y estarían vinculados a una banda que opera en sectores del suroriente.
Mientras los vecinos de Las Nieves retomaban lentamente su rutina, una patrulla permanecía en la zona, recogiendo casquillos de bala y tomando declaraciones. La calma volvía, pero con una sacudida difícil de olvidar.
“Esto ya es muy seguido”, comentó una vecina desde su ventana. “Uno no puede ni salir tranquilo un domingo”.