En la tarde de este miércoles, el patrullero Víctor Hugo Marín Londoño, quien estaba adscrito a la unidad de Infancia y Adolescencia de la Policía Nacional, fue asesinado a plena luz del día en la intersección de la carrera 27 con calle 47, en el barrio San Isidro, ubicado en el suroccidente de Barranquilla.
El ataque ocurrió alrededor de las 3:30 p.m., cuando, según testigos, el patrullero fue interceptado por varios sicarios mientras se encontraba en la vía pública. El uniformado, que vestía una camisa blanca, jeans azules claros y zapatos negros, cayó mortalmente herido tras el tiroteo. Tras el atentado, uno de los sicarios se refugió en una vivienda cercana, lo que provocó una rápida movilización de la Policía.
Las autoridades desplegaron un plan candado y pusieron en marcha un operativo de búsqueda en la zona para capturar al responsable. A pesar de los esfuerzos de los agentes, aún se desconoce el paradero del sicario y los móviles detrás del crimen.
Los móviles del ataque continúan siendo materia de investigación, y las autoridades han hecho un llamado a la comunidad para que, de contar con información relevante, la compartan con las autoridades. Hasta el momento, no se ha revelado si el asesinato está relacionado con el trabajo del patrullero o si tiene otro tipo de trasfondo.
Este asesinato resalta la creciente preocupación por la inseguridad en Barranquilla, especialmente en sectores como el barrio San Isidro, donde los enfrentamientos con delincuentes se han incrementado en los últimos meses. La Policía de Barranquilla ha expresado su solidaridad con la familia de Marín Londoño y reafirmó su compromiso de esclarecer el crimen.
El asesinato de este valiente uniformado deja un fuerte impacto en la comunidad local y pone de manifiesto la continua lucha contra el crimen en la ciudad. La Policía Metropolitana de Barranquilla continúa con la investigación y ha solicitado la colaboración ciudadana para dar con los responsables.
