Por: Jaime Guzmán
Las calles de la capital del Atlántico se vistieron de fiesta deportiva este domingo con la realización de la esperada Maratón de Barranquilla 2025, que reunió a más de 10.000 atletas nacionales e internacionales en una jornada llena de color, ritmo y superación personal.
Desde las primeras horas del día, los participantes comenzaron a recorrer los distintos trayectos de 5K, 10K, 21K y 42K, atravesando puntos emblemáticos de la ciudad como el Gran Malecón, las playas de Puerto Mocho, la Plaza de la Aduana, Barrio Abajo, la Aleta del Tiburón, el estadio Édgar Rentería y la estatua de Shakira. El evento no solo fue una prueba de resistencia, sino también una muestra del espíritu festivo que caracteriza a la ciudad.
Para garantizar la seguridad de los corredores y ciudadanos, las autoridades implementaron cierres viales desde las 3:30 a.m., los cuales se fueron levantando de manera progresiva a medida que avanzaba la competencia.
Durante la jornada, hablamos con uno de los participantes, Santiago Guzmán Castaño, quien compartió su experiencia y reflexionó sobre el desafío personal que implicó para él la media maratón.
“Estoy muy contento porque logré la meta que me propuse. Aunque tuve calambres y dolor de estómago, decidí seguir hasta el final. Ya había hecho demasiado como para detenerme”, afirmó.
Guzmán destacó el ambiente inesperadamente alegre y relajado de la competencia:
“Pensé que iba a ser una carrera muy seria, pero había gente caminando, disfrazada, con música, tomándose fotos… realmente fue una carrera alegre, como lo dice el eslogan: la más alegre de Colombia”.
El corredor logró terminar la media maratón en 2 horas, 46 minutos y 28 segundos, tiempo que le permitió recibir la medalla otorgada a quienes finalizaban antes de las 2 horas y 55 minutos.
Además, animó a otros a enfrentarse a nuevos retos:
“Salir de la zona de confort siempre es difícil, pero ahí es donde uno crece. Hacer cosas que cuestan te hace más fuerte. Y lo que antes parecía difícil, con constancia, se vuelve parte de ti”.
Finalmente, compartió un consejo clave para quienes deseen prepararse para este tipo de competencias:
“Sigan un plan de entrenamiento y cumplan con el kilometraje semanal. La constancia es lo que realmente marca la diferencia”.
Una vez más, Barranquilla se consolidó como un escenario vibrante y acogedor para el deporte, demostrando que correr en esta ciudad no solo es un desafío físico, sino una fiesta para el alma.
