Las autoridades vinculan el ataque a la disputa entre pandillas por el control del microtráfico.
Una nueva tragedia golpeó el barrio San Bernardo, en el centro de Bogotá, cuando un atentado con explosivos ocurrió en la noche del miércoles, dejando tres muertos y al menos nueve personas heridas. El ataque, registrado alrededor de las 10:00 p.m. en la calle 3 con carrera décima, afectó la tranquilidad de la zona, que ya había vivido episodios similares en los últimos meses.
Según las autoridades, dos hombres en motocicleta lanzaron una granada de fragmentación, que causó una fuerte explosión que destrozó varios ventanales en la zona y sembró el caos entre los habitantes. En pocos minutos, la Policía y unidades del Ejército acordonaron el área mientras se iniciaban las labores de rescate y atención médica.
Las víctimas fatales aún no han sido identificadas, y se ha informado que los heridos se encuentran en estado estable en hospitales cercanos. Entre ellos, se encuentran varias personas que se encontraban en la vía pública al momento de la explosión.
El brigadier general Giovanni Cristancho, de la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog), confirmó que el ataque está relacionado con los enfrentamientos entre dos bandas criminales: «Los Venecos» y «Los Costeños». Ambas organizaciones están disputándose el control del tráfico de estupefacientes en la capital, lo que ha llevado a una escalada de violencia en varios sectores, especialmente en áreas como San Bernardo.
“Este ataque obedece a una confrontación que existe entre estos grupos delincuenciales por el control del territorio. Estamos trabajando para dar con los responsables y poner fin a esta ola de violencia”, indicó el general Cristancho en declaraciones.
Aunque algunos testigos inicialmente señalaron que el atentado habría sido dirigido contra la Policía, las autoridades descartaron esa hipótesis. En el momento del ataque, se estaba llevando a cabo un allanamiento en la zona, pero no había presencia de agentes de seguridad cerca del lugar donde ocurrió la explosión.
A raíz de la violencia creciente, los habitantes de la zona expresaron su preocupación por la inseguridad. «Ya no sabemos cuándo seremos las próximas víctimas. La vez pasada pusieron una bomba que dejó un muerto y siete heridos. Estamos cansados de tanta delincuencia», señaló un testigo del atentado, quien prefirió mantenerse en el anonimato.
Este es el tercer atentado con explosivos en el barrio San Bernardo en los últimos meses, lo que ha generado un clima de miedo e incertidumbre entre los residentes. Las autoridades han intensificado las investigaciones y las medidas de seguridad para frenar el accionar de las bandas, pero la situación sigue siendo alarmante.
La Policía ha detenido a dos personas para ser interrogadas, y las autoridades están analizando las grabaciones de cámaras de seguridad de la zona para identificar a los responsables del ataque.
Con este atentado, Bogotá se enfrenta una vez más al recrudecimiento de la violencia derivada del narcotráfico y la lucha por el control de las rutas de drogas, una problemática que sigue golpeando a varios barrios de la ciudad.
