Tres personas mueren en menos de ocho horas tras el anuncio de una ‘limpieza social’.
La violencia en Santa Marta alcanzó niveles alarmantes en las últimas horas, luego de que un grupo criminal autodenominado “La Muerte” comenzara a cumplir las amenazas que hicieron públicas en un video divulgado en redes sociales. En menos de ocho horas, la ciudad vivió tres homicidios en distintos sectores, dejando un saldo trágico de tres muertos y dos heridos. Los ataques coinciden con el anuncio de la banda, que en su video prometió dar inicio a una ‘limpieza social’ en la ciudad.
El primer asesinato ocurrió en el barrio Cristo Rey, donde hombres armados dispararon contra John Valencia, un joven de 22 años, quien, según testigos, no tenía antecedentes criminales. En el mismo ataque, dos personas más resultaron gravemente heridas.
Minutos después, en la avenida del Ferrocarril, cerca del semáforo de la entrada a la Universidad del Magdalena, un hombre fue abatido a balazos. Al lado de su cuerpo, los sicarios dejaron un mensaje escrito en un letrero: “No estamos jugando. Atentamente: ‘La Muerte’”. La identidad de la víctima aún no ha sido confirmada.
El tercer hecho se registró en el barrio Timayuí, donde José Rafael Castro, conocido en la zona como “El Chapa”, fue asesinado por sicarios.
Las autoridades locales, lideradas por la Secretaría de Seguridad de Santa Marta, confirmaron que el video de los hombres armados que anunciaron las amenazas está siendo analizado por unidades de inteligencia de la Policía Metropolitana. Este material, que se ha viralizado en las redes sociales, podría ser clave para determinar la autenticidad de las amenazas y para identificar a los responsables de los asesinatos.
Los crímenes han generado una ola de pánico entre los habitantes de la ciudad, que ahora se enfrentan a un clima de terror generalizado. Muchos temen que los ataques continúen, afectando a más personas inocentes. Organismos de Derechos Humanos también han expresado su preocupación por la aparición de este tipo de grupos y las llamadas “limpiezas sociales”, que no solo suponen una grave amenaza a la seguridad, sino que también violan los derechos fundamentales de las comunidades más vulnerables.
En respuesta, ciudadanos y autoridades locales exigen medidas más contundentes para frenar la violencia y restaurar la seguridad en Santa Marta. Mientras tanto, la comunidad se encuentra atrapada en un ambiente de incertidumbre y temor, donde la justicia y la protección parecen estar cada vez más distantes.