Por: Emilio Gutiérrez Yance
“Ser policía no es solo un trabajo, es una vocación que te enseña a darlo todo, incluso cuando el precio es tu propia seguridad”. Estas palabras resumen el espíritu del mayor Jesús David Vanegas Sánchez, un oficial con 17 años de servicio en la Policía Nacional, cuya trayectoria está marcada por el compromiso, la dedicación y la valentía en los rincones más desafiantes de Colombia.
Nacido en Pauna, conocido como la «Puerta Verde de Boyacá» por su tradición esmeraldera, creció en un entorno de gente trabajadora junto a sus tres hermanos. Ayudando en el almacén familiar, aprendió valores como la disciplina y el esfuerzo. Aunque inicialmente no planeaba ser policía, su destino cambió en su último año de bachillerato, cuando decidió postularse para el servicio militar y en un giro inesperado el camino lo llevó a la oficialidad en 2007.
El mayor Vanegas inició su carrera en Casanare, enfrentando los desafíos de una región llanera donde aprendió las bases de su vocación. Luego pasó por Córdoba, La Guajira, el Cauca y, más recientemente, Bolívar. Cada destino le brindó experiencias únicas, pero también escenarios de riesgo.
En el Cauca, enfrentó uno de los momentos más críticos de su carrera como comandante de estación en Corinto, donde el peligro era constante. Una noche, un llamado por un supuesto caso de convivencia resultó ser una trampa. Mientras respondían, un hostigamiento armado sorprendió a su equipo. “Fueron ráfagas de fusil que duraron cinco minutos, pero parecieron una eternidad. El vehículo policial fue nuestro único refugio”, recuerda. Ningún agente resultó herido gracias a su liderazgo y a la preparación estratégica del equipo.
“Allá no se puede improvisar”, reflexiona. Cada operación requería un análisis detallado y una planificación rigurosa. Su habilidad para mantener la calma en momentos de tensión se convirtió en un factor clave para la seguridad de sus compañeros.
En 2024, el mayor Vanegas asumió como jefe de la Seccional de Tránsito y Transportes de Bolívar, un cargo en el que ha dejado una huella significativa. Gracias a sus estrategias, las muertes por siniestros viales han disminuido notablemente. Además, su equipo ha logrado importantes incautaciones de estupefacientes y la recuperación de vehículos robados, reafirmando su compromiso con la seguridad vial y ciudadana. “Llegué a Bolívar con el objetivo de fortalecer la seguridad en las carreteras. Los resultados son fruto del esfuerzo coordinado de un equipo comprometido”, destaca.
Detrás del uniforme, Jesús David Vanegas Sánchez es un hombre de familia. Su esposa, a quien conoció durante sus primeros años en Casanare, y sus dos hijas son su mayor motivación. A pesar de los riesgos que conlleva su profesión, encuentra en ellas la fuerza para seguir adelante.
El deporte también ha sido una constante en su vida. Como arquero de microfútbol en su juventud, aprendió valores como la perseverancia y el trabajo en equipo, herramientas que aplica en su labor diaria.
Durante la crisis sanitaria por la COVID-19, Vanegas lideró la Seccional de Tránsito en La Guajira, una región golpeada por bloqueos y necesidades urgentes. Su equipo fue clave en garantizar el traslado de ayudas humanitarias y mantener el orden en medio de tensiones con comunidades indígenas que exigían ser priorizadas. “Fue una situación compleja, pero logramos equilibrar las necesidades de la población con la logística de distribución”, relata.
El mayor Vanegas es un ejemplo vivo de resiliencia y compromiso. Desde los llanos de Casanare hasta las costas de Bolívar, su trayectoria refleja la dedicación de quienes, a pesar de los riesgos, eligen proteger y servir a su nación.
“Ser policía es estar donde otros no quieren estar, enfrentar lo que otros no quieren enfrentar, y hacerlo con valentía y profesionalismo”, concluye. Su historia es un ejemplo del sacrificio diario de los hombres y mujeres que, como él, llevan con orgullo el lema de la Policía Nacional: “Dios y Patria”.