El caso del asesinato de un adolescente de 16 años revela la alarmante realidad del reclutamiento forzoso de menores en la ciudad, quienes son sometidos a amenazas y promesas de sueldos para realizar crímenes.
El asesinato de Deiner Camargo, un joven de 16 años, ocurrido este martes 14 de enero en el barrio Rebolo de Barranquilla, ha sacado a la luz un oscuro panorama que afecta a la juventud de la ciudad: el reclutamiento de menores de edad por parte de bandas criminales. Camargo fue ultimado a tiros mientras caminaba por la calle, en lo que parece ser una venganza entre grupos delincuenciales, aunque aún no se confirma su vinculación a ninguno de ellos.
Lo que ha preocupado a las autoridades es que este crimen podría ser uno más en una serie de casos relacionados con el reclutamiento de adolescentes para que actúen como sicarios y extorsionistas. De acuerdo con información obtenida por investigadores, grupos criminales estarían reclutando a menores de tan solo 13 años, ofreciéndoles sueldos de hasta $500,000 mensuales a cambio de realizar actividades ilícitas, como extorsionar a comerciantes y asesinar a personas bajo las órdenes de los cabecillas de las bandas.
Fuentes dentro de la investigación han indicado que estos adolescentes, además de ser seducidos por el dinero, son amedrentados con amenazas de muerte hacia ellos o sus familias. Tras ser coaccionados, muchos de ellos son entrenados en el uso de armas y tácticas de crimen organizado. Uno de los casos más impactantes es el de un menor conocido como ‘Bebé’, quien con tan solo 17 años confesó haber asesinado a 11 personas a lo largo de los últimos años, cumpliendo órdenes de las estructuras criminales que lo reclutaron.
Las autoridades de Barranquilla están llevando a cabo investigaciones para desmantelar estas bandas que explotan a los jóvenes, poniendo en riesgo no solo sus vidas, sino el bienestar de toda la comunidad. La situación es especialmente grave en zonas como el suroriente y el suroccidente de la ciudad, donde la violencia y la intimidación parecen estar tomando el control de los menores, convirtiéndolos en piezas clave en el engranaje de la criminalidad.
Este fenómeno de reclutamiento forzoso no es nuevo, pero ha cobrado gran relevancia en los últimos meses debido al aumento de casos, como el reciente asesinato de Camargo, que se suman a las estadísticas de violencia juvenil en la región. Las autoridades hacen un llamado urgente a la ciudadanía para denunciar cualquier situación sospechosa y prevenir la explotación de menores en la ciudad.