A medida que Soledad cierra el año 2024, una de las principales preocupaciones para los habitantes de este municipio es el estado de las obras viales que quedaron sin concluir. Las promesas de mejorar la movilidad se han visto opacadas por retrasos, incumplimientos y obras inacabadas que afectan a miles de personas que transitan por sus calles a diario.
Uno de los puntos más críticos en la infraestructura de Soledad es la calle 30, en particular el sector de Tauro, y el tramo de la Circunvalar entre la Murillo y la calle 30. Ambas vías, esenciales para la conectividad del municipio, continúan siendo una pesadilla para los conductores y transeúntes. A pesar de los anuncios hechos por la Alcaldía, las obras siguen inconclusas y no se cumplen los plazos establecidos.
La situación de la calle 30 es particularmente alarmante. El contrato de obra para intervenir esta vía se firmó en marzo de 2024 con un plazo de ejecución de solo cuatro meses. El objetivo era tener la obra lista para julio, pero no se cumplió. Posteriormente, se hizo una adición presupuestal por $1.839 millones y se extendió el plazo hasta diciembre, pero al cierre de este año, la obra sigue sin concluir. Algunos tramos aún están sin pavimentar, y los trabajos en los andenes y paisajismo están pendientes, lo que deja en evidencia el incumplimiento de las promesas de la Alcaldía.
En el caso del puente Simón Bolívar, que sufrió un colapso parcial en mayo de 2024, la situación no es mejor. Aunque el Instituto Nacional de Vías (Invías) asumió la responsabilidad de la estructura, las obras de reparación aún están incompletas, y los trabajos de mayor envergadura se pospuso para 2025. A pesar de los esfuerzos por habilitar el paso en octubre, la comunidad sigue criticando el estado en que se entregó la obra, señalando que las condiciones de seguridad aún son insuficientes.
Pero la calle 30 no es el único dolor de cabeza para los habitantes de Soledad. El tramo de la Circunvalar, una de las vías más importantes para la movilidad entre Soledad y Barranquilla, también sigue siendo un desastre. A pesar de que la Alcaldía asumió la responsabilidad de su intervención en septiembre de 2024, las obras comenzaron solo en noviembre. Las medidas adoptadas, como la colocación de arena para cubrir los huecos, fueron mal recibidas por los habitantes del sector, quienes señalan que esto solo ha empeorado la situación. El polvo levantado por el paso de los vehículos y los constantes trancones han convertido la Circunvalar en una pesadilla diaria.
Los testimonios de los habitantes del sector son claros. Alfonso, un transportista, señala que los daños a los vehículos son constantes debido a los huecos en la vía, lo que aumenta los costos de mantenimiento. Además, la inseguridad en la zona ha empeorado, ya que los atracos son cada vez más frecuentes debido a los largos tiempos de espera en el tráfico.
Cecilia Pacheco, una comerciante del sector, también ha sufrido las consecuencias del mal estado de la vía. La acumulación de polvo en su tienda de juguetes le ha causado pérdidas económicas, y ella misma tuvo que ser hospitalizada debido a los problemas respiratorios provocados por el polvo. Su frustración es palpable: “A la alcaldesa de Soledad parece que le quedó muy grande esta vía. No podemos trabajar en estas condiciones», expresó con indignación.
La comunidad ha hecho un llamado urgente a la alcaldesa Alcira Sandoval para que se ponga al frente de la situación y se comprometa a cumplir con las obras que tanto necesita Soledad. «Que se pongan la mano en el corazón», piden los ciudadanos, quienes exigen que la administración municipal tome medidas inmediatas para resolver la crisis vial que afecta a miles de personas cada día.
Las preguntas son claras: ¿Por qué se han incumplido los plazos? ¿Por qué las obras viales siguen inconclusas a pesar de los recursos invertidos? ¿Hasta cuándo los habitantes de Soledad seguirán sufriendo las consecuencias de una gestión que no logra cumplir sus promesas? La falta de respuestas satisfactorias solo agrava la frustración de los ciudadanos, quienes esperan que la alcaldesa tome cartas en el asunto y actúe con urgencia para garantizar la movilidad y la seguridad de la comunidad.
A medida que se adentra el 2025, el futuro de las obras viales en Soledad sigue siendo incierto. La administración municipal tiene la oportunidad de rectificar y cumplir con sus promesas, pero si no se actúa con rapidez, las deudas viales de Soledad seguirán quedando sin saldarse, afectando a todos sus habitantes.
