En 1963, un acontecimiento trascendental marcó un antes y un después en la historia de Barranquilla y de la radiodifusión en Colombia.
Por David Awad V.
En el marco de los actos patrióticos del 20 de julio, exactamente el 2 de julio de 1963, RADELCO – Radiodifusores Asociados de la Costa rindió un homenaje especial a Elías Pellet Buitrago, fundador de la radio en Colombia, al develar un busto de bronce en el parque que lleva su nombre, ubicado en la Calle 45, entre Carreras 40 y 41. Este acto fue parte de los actos patrióticos celebrados en dicha fecha.
Este homenaje no solo fue un tributo a la memoria del fundador de la primera emisora comercial del país, sino también un reconocimiento al legado de un hombre cuya visión marcó un hito en el mundo de las comunicaciones.
Ubicado en la intersección de la calle 45 y las carreras 40 y 41, el parque pronto se convirtió en un símbolo para la ciudad, un punto de encuentro para locutores y amantes de la radio, rodeado por un entorno que destacaba por su limpieza y ornamentación bien cuidada.
En la primer foto, la casa familia Pellet Buitrago, donde Elías Pellet reubicó la primer emisora comercial de Colombia «La Voz de Barranquilla». En la segunda gráfica, la primer casa donde funcionó la «La Voz de Barranquilla»
En sus primeros años, el lugar era un remanso de tranquilidad, con el busto de Pellet Buitrago como figura central, saludando a quienes se acercaban. La estatua, de bronce, destacaba su rostro serio y decidido, inmortalizando la imagen del hombre que, en 1929, dio los primeros pasos hacia la consolidación de la radio como un medio de comunicación en Colombia.
Elías Pellet Buitrago, nacido en Barranquilla en 1906, fue el ingeniero electrónico que cambió la historia de la radiodifusión en Colombia. En 1929, inauguró la emisora HKD La Voz de Barranquilla, la primera de su tipo en el país.
Su incursión en el mundo de la radio no solo fue pionera, sino también visionaria, ya que Pellet Buitrago entendió el potencial de la comunicación masiva para transformar la sociedad colombiana. Su legado como editor del primer periódico bilingüe del país y su impulso para la creación de la radio comercial son solo algunos de los aspectos que definen su figura en la historia de la comunicación.
El parque, al principio un espacio lleno de vida y dedicación, fue diseñado para ser un lugar de encuentro para los locutores y personas del medio radial, donde además de disfrutar del paisaje, se rendía homenaje a los hombres y mujeres que dieron forma a la radio en Colombia.
El busto de Pellet Buitrago, obra del escultor Yino Márquez, reflejaba la seriedad y el compromiso de quien había sido un pionero de la comunicación. Sin embargo, con el paso del tiempo, el Parque de los Locutores sufrió un giro triste y desafortunado en su destino.
Años después de la instalación del busto, el parque, que en sus inicios fue símbolo de honor y respeto, se transformó en un lugar de encuentro para elementos sociales marginalizados.
La ciudad de Barranquilla, como muchas otras en el país, experimentaba un crecimiento urbano acelerado y el deterioro de ciertos espacios públicos.
El parque, que alguna vez estuvo lleno de locutores y admiradores de la radio, se vio invadido por prostitutas, drogadictos y personas en situación de calle. La degradación de este espacio público reflejaba, en muchos aspectos, los retos urbanos y sociales que atravesaba la ciudad.
El mismo monumento a Elías Pellet Buitrago, que en su momento fue un motivo de orgullo para Barranquilla, terminó siendo desplazado. Años más tarde, el busto fue trasladado al parque que lleva su nombre. Después hubo otra estatua, estaba de pies con un micrófono y el bandalismo terminó por arruinarla y, al parecer, fue rescatado parte del tronco hacia arriba.
En la actualidad se mantiene el busto entre las calles Sello Nacional (44) y Murillo (45) y carreras 41 y 42, un área más adecuada para su preservación y para recordar, de manera más digna, el legado de Pellet Buitrago. Sin embargo, el Parque de los Locutores, tal como lo conocieron los barranquilleros en los años 60, 70 y 80, ya no existe.
Hoy en día, mientras el busto de Pellet Buitrago sigue siendo un símbolo de la memoria histórica de la radio, el Parque de los Locutores se ha desvanecido, tanto en el imaginario colectivo como en la realidad física de la ciudad. Este espacio, que alguna vez fue un lugar de encuentro para la comunidad radial, ahora es solo un eco de lo que fue: un homenaje que, lamentablemente, fue abandonado y sustituido por el abandono de sus propios muros.
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El cambio en el Parque de los Locutores refleja un fenómeno más grande, uno que toca la memoria histórica de la ciudad y la sociedad barranquillera: el olvido de los legados de quienes fueron fundamentales para su desarrollo. Sin embargo, la figura de Elías Pellet Buitrago sigue viva, no solo en el busto que permanece en su nuevo hogar, sino también en las ondas radiales que, gracias a él, siguen conectando a Barranquilla con el resto del mundo.