En 2024, el mundo ha presenciado un preocupante aumento en la violencia contra periodistas, alcanzando un número récord de 165 profesionales de la información asesinados en 21 países.
Esta cifra representa un incremento de casi el 18% en comparación con 2023, cuando se registraron 140 muertes de periodistas. Los datos fueron proporcionados por la ONG Campaña Emblema de Prensa (PEC), que ha estado monitorizando estos hechos desde 2006.
La situación ha sido especialmente grave en zonas de conflicto, con la Franja de Gaza como el epicentro, donde 74 periodistas han perdido la vida, una cifra que asciende a 155 si se considera el período posterior al inicio de la ofensiva entre Israel y Hamás en octubre de 2023. Este conflicto ha demostrado ser uno de los más mortales para los periodistas en la historia reciente, con una clara intensificación en los ataques y restricciones a la libertad de prensa, especialmente por parte del gobierno israelí, según el presidente de PEC, Blaise Lempen.
El informe también señala que Oriente Medio ha sido la región más afectada, con 85 muertes de periodistas, seguida por Asia con 30, Europa con 28, América Latina con 13 y África con 9. Además, el conflicto en Ucrania continúa cobrando la vida de periodistas, con al menos 20 víctimas, entre ellas 19 ucranianos y un periodista británico.
La situación en América Latina no ha mejorado, con países como México y Colombia sumando un total de 7 y 4 periodistas asesinados, respectivamente. Este fenómeno no es aislado, ya que en varias regiones de conflicto, el trabajo periodístico se ha vuelto cada vez más peligroso. A pesar de que el número de muertes en países en conflicto sigue siendo alarmante, el informe también muestra una disminución en los asesinatos fuera de zonas de guerra, con 26 casos en 2024, la cifra más baja en 16 años.
La UNESCO también ha emitido su propio informe, señalando que al menos 68 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación han sido asesinados en 2024, más del 60% de ellos en países en conflicto. Aunque el número total de asesinatos en comparación con 2023 ha disminuido levemente, la tendencia global sigue siendo preocupante. La organización también destacó que muchos de los ataques se dirigieron contra periodistas que cubren temas de alto riesgo, como conflictos armados y medioambientales, lo que evidencia las crecientes amenazas contra la libertad de expresión y la labor periodística.
La respuesta de la UNESCO a estos ataques ha sido firme. La organización se compromete a seguir supervisando judicialmente los asesinatos de periodistas y a trabajar para garantizar un entorno más seguro para la prensa. A través de la coordinación del Plan de Acción de la ONU sobre la Seguridad de los Periodistas, la UNESCO también fomenta la capacitación y sensibilización de gobiernos, fuerzas de seguridad y periodistas, en un esfuerzo por frenar la impunidad y proteger la labor fundamental que desempeñan los medios en la democracia y la justicia social.
Este trágico aumento de muertes subraya la creciente vulnerabilidad de los periodistas en diversas partes del mundo y la necesidad urgente de medidas más eficaces para protegerlos y garantizar su libertad de informar sin temor a represalias.