Clara Ortiz, empresaria y dueña de una escuela de kitesurf y un restaurante en Tubará, confirmó que se ha visto obligada a cerrar ambos negocios debido a las constantes extorsiones y amenazas de la delincuencia en la región.
La situación se ha vuelto insostenible para Ortiz, quien junto con su familia, decidió abandonar el Departamento del Atlántico por temor a un posible atentado. «Hoy nos estamos regresando desde Maicao para atender una reunión con la Policía del Atlántico y asegurar nuestras propiedades«, expresó la empresaria.
Clara Ortiz lamentó profundamente la situación y compartió su deseo de pasar una vejez tranquila. Además, recordó que uno de sus proyectos más importantes era acercarse a la Gobernación del Atlántico para enseñar a nadar a los niños del departamento, un sueño que ahora se ve empañado por la violencia que afecta la zona.
La comunidad y los empresarios de la región expresaron su apoyo a Ortiz, destacando la importancia de brindar seguridad para el desarrollo de actividades comerciales y turísticas en la zona.