Por David Awad V.
Los habitantes de la calle 119 del barrio El Pueblo, ubicado al suroccidente de Barranquilla, han manifestado su preocupación por una serie de problemas que han afectado la calidad de vida en la zona, especialmente durante los últimos meses. Según los residentes, una de las principales problemáticas es una zona verde cercana que, durante la temporada de lluvias, se convierte en un foco de contaminación debido al estancamiento del agua.
Este estancamiento de agua provoca la proliferación de insectos, como mosquitos, y aumenta el riesgo de enfermedades para los habitantes del sector. Además, cuando el agua se desborda, las calles de la carrera 10 se inundan, lo que dificulta el tránsito y afecta el día a día de los residentes. “Cada vez que llueve, las calles se convierten en un río, y no podemos salir con tranquilidad de nuestras casas. Es un caos total”, expresó uno de los vecinos.
La comunidad, preocupada por la situación, ha hecho un llamado a las autoridades locales para que tomen cartas en el asunto. Piden al alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, que se acerque a la zona y convoque una mesa de trabajo con los vecinos para encontrar soluciones a corto plazo, que permitan aliviar los problemas de inundaciones y la acumulación de agua estancada en la zona verde.
Pero no solo las inundaciones son una preocupación para los residentes. Los habitantes de la carrera 10 también han denunciado que el sistema de alumbrado público en la zona aún no ha sido puesto en funcionamiento, lo que agrava la inseguridad durante las horas de la noche. Los vecinos han señalado que la falta de iluminación en las calles es un factor que aumenta el temor de los habitantes ante posibles hechos delictivos.
Una menor de edad, pasará navidad con su brazo enyesado tras sufrir una caída, como consecuencia del verdín que se forma en las calles por el agua estancada que se desaborda y se riega por las vías.
Ante esta serie de dificultades, la comunidad del barrio El Pueblo hace un llamado urgente a las autoridades locales para que tomen medidas inmediatas que mejoren las condiciones de vida en el sector y aseguren la salud y seguridad de los residentes.
«Queremos que nuestras calles sean más seguras, que el agua no se estacione y que podamos vivir en un ambiente más saludable», concluyeron los habitantes afectados.