Por David Awad V.
En un pliego de peticiones dirigido a las autoridades locales y regionales, comunidades de varias localidades del Atlántico han solicitado una intervención urgente en los puntos críticos de la malla vial que conecta importantes vías de la región, como la ruta Tubará-Barranquilla, la vía Guaimaral, la vía Juan de Acosta y la vía Bajo la Habana. Además, se ha hecho un llamado para que se continúe con la ejecución del proyecto de malla vial, con el objetivo de mejorar la infraestructura de transporte y garantizar una mayor seguridad en estas rutas.
Uno de los puntos más destacados en el pliego de peticiones es el refuerzo del pie de fuerza policial, con el fin de asegurar que haya un número suficiente de agentes para realizar controles permanentes en estas vías.
Los habitantes de la zona han expresado su preocupación por los crecientes problemas de inseguridad y han solicitado medidas más efectivas para prevenir delitos en estos tramos carreteros, que son frecuentemente afectados por la falta de vigilancia constante.
En cuanto a la seguridad ciudadana, se ha propuesto que los recursos recaudados a través de los impuestos de la tasa de seguridad, que se perciben a través de las facturas de energía que emite la Gobernación del Atlántico, sean destinados a la adquisición e instalación de cámaras de seguridad en puntos estratégicos a lo largo de las principales rutas. Esta medida se considera crucial para mejorar la vigilancia en áreas de alto tránsito y prevenir delitos en la región.
Otro de los puntos incluidos en el pliego de peticiones es la mejora de la iluminación en las vías mencionadas. Se sugiere la instalación de luminarias solares, una opción sostenible que ha demostrado ser efectiva en diversas zonas rurales y de difícil acceso. La instalación de estas luminarias contribuiría a mejorar la visibilidad durante la noche y, por ende, la seguridad de los conductores y peatones.
La comunidad ha resaltado la importancia de que las autoridades tomen en cuenta estas demandas de manera urgente, dada la situación crítica que enfrentan en términos de infraestructura vial y seguridad en la región.
Estas acciones no solo mejorarían la calidad de vida de los habitantes de estas zonas, sino que también fomentarían un desarrollo más seguro y sostenible para todos.