Colapsa edificio en Campo Alegre deja un muerto y desplaza a 17 familias
Como dijo el nobel «Crónica de una muerte anunciada», así radica la falla geológica en la ladera suroccidental de Barranquilla, la misma que llegado un momento a pesar de las advertencias para, (valga la redundencia), prevenir tragedias, víctimas mortales y heridos como los registrados el jueves 28 de noviembre en el conjunto residencial de la calle 89 con carrera 41 en el barrio Campo Alegre, conocido más por los deslizamientos que por «Privilegios» como responsabilidad de quienes autorizaron a grandes e influyentes constructoras levantar sin un adecuado estudios de terreno y antecendentes. Fue así, como de manera irresponsable llevaron a cabo su cometido para de una u otra manera, engañar a compradores para que a los pocos años quedarán sin vivienda, en riesgo e incluso, perderdidas de vida como la registrada hace pocas horas.
Dereivado de los anterior, tenemos el trágico hecho ocurrido esta madrugada, la torre 4 del conjunto residencial Privilegios, ubicado en el barrio Campo Alegre al suroccidente de Barranquilla, colapsó inesperadamente, dejando como saldo de 4 niños heridos entre los escombros y la muerte de una mujer de 65 años. La víctima, procedente de Medellín, había llegado cuatro días antes para cuidar a sus cuatro nietos, quienes residían en el cuarto piso del edificio siniestrado. Afortunadamente, los menores lograron salir ilesos.
El Distrito, en cabeza de la Alcaldía de Barranquilla, activó de inmediato el protocolo de atención ante emergencias, desplegando diversas acciones para garantizar el bienestar de las 17 familias afectadas por el colapso.
Medidas implementadas:
- Censo a las familias damnificadas. Se ha identificado a los afectados y sus necesidades inmediatas.
- Traslado a hoteles. Los residentes fueron reubicados temporalmente para garantizar su seguridad y comodidad.
- Consejo Distrital de Gestión del Riesgo. Se instaló este organismo para evaluar las causas del colapso y definir las acciones a seguir en la segunda fase de atención.
Límites en la acción del alcalde Alejandro Char por sus construcciones en el sector Campo Alegre
El alcalde Alejandro Char no ha podido pronunciarse ni hacer presencia en el lugar debido a su inhabilidad para intervenir en asuntos relacionados con el barrio Campo Alegre, derivada de procesos jurídicos en su contra por el caso del colapso de la ladera suroccidental.
Alejandro Char se encontraría inhabilitado para manejar cualquier situación relacionada con el sector de Campo Alegre por el consabido caso del colapso de la ladera. Fue por esto que en su lugar, ha sido su jefe de prensa, Ricardo Villa, quien dio declaraciones a los medios, lo que ha generado críticas por la ausencia de la primera autoridad distrital en un momento tan delicado como cabeza principal del distrito de Barranquilla.
Dado el contexto, se espera que un delegado o un alcalde ad hoc asuma las competencias para gestionar esta emergencia y acompañar a las familias afectadas durante todo el proceso de recuperación.
@AlejandroChar, para informarle que en la ciudad de Barranquilla se desplomó la Torre 4 del conjunto residencial Privilegios en el barrio Campo Alegre, donde murió una señora y cuatro menores resultaron heridos.
— Pasa La Voz – Barranquilla Alerta (@PasaLaVozBQ) November 29, 2024
Es que no se le ha visto como cabeza visible que debería ser. pic.twitter.com/VXtWnuKXTi
El desplome de edificio en Campo Alegre que dejó una víctima mortal y cuatro heridos
Una tragedia anunciada sacude a Barranquilla. El colapso de un edificio de seis pisos en el conjunto residencial Privilegios, en el sector de Campo Alegre, dejó como saldo la muerte de Nelly Insignares Cantillo, una adulta mayor de 65 años, y cuatro menores de edad heridos. Este evento reaviva el debate sobre la seguridad de las edificaciones en la zona, marcada por años de advertencias sobre su inestabilidad estructural.
¿Quién era Nelly Insignares Cantillo?
Nelly Insignares, oriunda de Medellín, había llegado a Barranquilla cuatro días antes del incidente para cuidar a sus cuatro nietos por solicitud de su sobrino. Durante la noche previa al colapso, la familia escuchó ruidos extraños que asociaron a movimientos estructurales. Pese a la inquietud, decidieron permanecer en el edificio.
Cuando la tragedia ocurrió, Nelly y los niños se encontraban en el cuarto piso del edificio. Los menores fueron rescatados con vida por las autoridades y trasladados a centros médicos, donde se confirmó que están fuera de peligro. Lamentablemente, Nelly fue encontrada sin vida entre los escombros durante las labores de rescate.
Un edificio marcado por problemas estructurales
El colapso de esta edificación no fue un evento inesperado. Desde 2005, Campo Alegre ha estado bajo alerta debido a fallas estructurales y deslizamientos en la zona. En 2010, los 117 apartamentos del conjunto residencial fueron evacuados, y el Distrito ofreció subsidios de arriendo y reubicación para las familias afectadas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas de estas edificaciones han sido ocupadas de manera informal. Actualmente, cerca de 58 personas de 17 familias vivían en las torres, pese a las advertencias de riesgo. Según declaraciones de habitantes, algunos incluso pagan arriendos de hasta 800.000 pesos mensuales por ocupar estos inmuebles.
Sara Arroyo, habitante de Campo Alegre, comparte la preocupación general de los residentes del barrio por lo sucedido en el conjunto residencial El Privilegio en #Barranquilla. pic.twitter.com/xdDuVO35J7
— Vanexa Romero (@VanexaRomero) November 29, 2024
Acciones tras la tragedia
El secretario de Comunicaciones de Barranquilla, Ricardo Villa, informó que las autoridades han evacuado otras edificaciones cercanas para evaluar su estado y prevenir nuevos incidentes. Asimismo, se está realizando un censo de las familias afectadas y brindando albergue temporal.
«Esta noche todas las personas estarán en un lugar seguro», aseguró Villa. La Oficina de Gestión del Riesgo anunció que se convocará un consejo para determinar las acciones a seguir.
“Una tragedia anunciada”
Vecinos del sector han calificado el colapso como una tragedia anunciada. Afirman que las advertencias sobre la inseguridad de las edificaciones han sido ignoradas debido a la falta de opciones de vivienda para las familias más vulnerables.
Pese a los subsidios ofrecidos hace más de una década, muchas personas han retornado al lugar o han ocupado las torres abandonadas. «No tenemos a dónde más ir», es el testimonio común entre los residentes.
El llamado de la comunidad
Los habitantes de Campo Alegre piden a las autoridades tomar medidas definitivas para garantizar la seguridad en el sector y ofrecer soluciones habitacionales permanentes. «No podemos esperar a que otra tragedia ocurra», señaló un residente tras el colapso.
Este hech, pone en evidencia la necesidad de una gestión más efectiva en la administración de riesgos urbanos y en la reubicación de las familias que aún viven en condiciones de vulnerabilidad extrema en Barranquilla.
Se recuerda que la ciudad por causa de la falla de la ladera suroccidnetal, quedó cuatro años incomunicada desde la carrera 38 que se hundió en ese sector y dividió esa zona con el resto de la ciudad, solo despues de críticas en diferentes medios y presiones de difernetes organismos, se logró la reparación.
El colapso del edificio ha reavivado las críticas hacia la administración distrital por la falta de soluciones definitivas a problemas de infraestructura en Barranquilla, entre ellos, la reubicación de otros moradores de edificios e indemnizaciones a familias afectadas con desalojos en conjuntos residenciales y viviendas contiguos al llamado Tobogán de Campo Alegre y Colina Campestre 2.
La falla geológica desde hace años fue detectada y a partir de allí los conjuntos afectados han sido objeto de promesas incumplidas. En 2010. Incluso surgió la idea y promesa siendo alcalde Alejandro Char con la la construcción de un puente colgante como solución definitiva a la carrera 38, sin embargo, nunca se concretó y se rellenó e hicieron un trabajo de alta ingeniería que expertos señalaron que tendría un tiempo de vida útil de unos 15 años y han pasado casi 4 años y elnsistema de iluminación no sirve, siendo un riesgo tanto para conductores, como para peatones y moradores.
El colapso del edificio en Privilegios y la situación de la carrera 38 evidencian una vez más la necesidad de un enfoque estructural en la gestión de riesgos e infraestructura en Barranquilla. La comunidad, mientras tanto, continúa exigiendo respuestas, acciones y soluciones concretas.
Adviertencia del ingeniero forense Rodrigo Grass sobre posibles fallas en obras de Campo Alegre
Según el ingeniero Grass, el complejo problema de Campo Alegre es una ‘bomba de tiempo’. Dice que los filtros que tienen los pilotes instalados están casi superficiales y que nunca van a ser suficientes para evitar que el agua afecte el terrenos.
Antecedentes históricos con el desmoronamiento del barrio Las Terrazas: una tragedia anunciada con más de 40 años de historia
El barrio Las Terrazas, ubicado en la ladera suroccidental del noroccidente barranquillero, enfrenta nuevamente la amenaza de deslizamientos, un problema que ha persistido durante más de cuatro décadas, dejando un rastro de pérdidas materiales, incertidumbre social y la negligencia de varias instituciones.
Un antecedente alarmante: desde 1978 hasta hoy
La urbanización Las Terrazas fue construida en 1976 sobre terrenos inestables, previamente utilizados como basurero. A pesar de las advertencias sobre los riesgos que representaba el suelo, el proyecto fue autorizado por Planeación Nacional y la Superintendencia Bancaria, con financiamiento del Banco Central Hipotecario (BCH). Apenas dos años después, en 1978, comenzaron a registrarse los primeros deslizamientos, que culminaron en el colapso de 30 viviendas en 1980.
Desde entonces, el problema ha persistido y empeorado, con la mayoría de las casas cuarteadas y el terreno comprometido por una grieta que filtra aguas lluvias, generando constantes desmoronamientos.
El caso de Hernando Charris: un reflejo del drama humano
El 21 de septiembre de 1993, Hernando Charris y su familia vivieron una de las experiencias más angustiosas del barrio. «Como hacía varios días que estábamos esperando que se cayera la casa, cuando sentimos el temblor, mis hermanas pequeñas salieron corriendo para el patio. Yo, del susto, me quedé quieto y vi cómo se me caía encima», relató.
Aunque sobrevivió milagrosamente, una de las tejas cayó sobre él, y su familia perdió todos sus bienes materiales. Fueron reubicados temporalmente junto a otras tres familias en la urbanización Las Furrucas, dejando atrás no solo su hogar sino su historia.
La resistencia de los vecinos: entre el miedo y la dignidad
A pesar del evidente peligro, muchas familias de Las Terrazas y los barrios aledaños, como Villa del Rosario y La Florida, se resistieron a abandonar sus hogares. Para 1993, unas 132 familias seguían habitando el sector, argumentando que la reubicación afectaría su nivel social y que las soluciones ofrecidas no garantizaban condiciones dignas.
Soledad Mateus, una residente, expresó en su momento: ‘Si nos sacan de aquí que nos ubiquen bien, con servicios públicos buenos’. Este sentimiento refleja el temor de muchas familias de perder no solo su vivienda, sino su identidad y estabilidad social.
Responsabilidades diluidas: el rol del BCH y el Estado
El Banco Central Hipotecario, señalado como uno de los principales responsables, rechazó cualquier acusación. Valerio Molinares, entonces ejecutivo de crédito y cartera, afirmó que el problema no era imputable al banco, dado que las viviendas financiadas presentaron fallas estructurales no previstas.
Por su parte, Arturo García Medrano, personero de Barranquilla en ese momento, responsabilizó al BCH y a la negligencia estatal en todos sus niveles. García propuso reubicar a las familias en la urbanización Boulevard 84, pero las soluciones tardaron en llegar, exacerbando la desesperación de los afectados.
Un problema aún sin resolver
Hoy, más de 40 años después del primer deslizamiento, Las Terrazas sigue siendo un símbolo de negligencia institucional, falta de planeación y abandono social. Las lecciones de esta tragedia deberían servir como un llamado urgente a las autoridades para garantizar soluciones definitivas, justas y sostenibles para las familias que aún viven en riesgo.
Llamado a la acción
Se hace un llamado a las autoridades locales y nacionales a tomar medidas inmediatas y definitivas para resolver esta problemática. Es imperativo priorizar la seguridad de las familias, ofreciendo alternativas de reubicación dignas y asegurando que este tipo de tragedias no se repitan en otros sectores vulnerables de la ciudad.
La Comisión Sexta Constitucional de la Cámara de Representantes deberá sesionar en una audiencia especial en Barranquilla, atendiendo su función principal relacionada con calamidades públicas. En esta ocasión, se enfoca en la situación de Campo Alegre, área declarada desde la década de los 70 como zona de alto riesgo por INGEOMINAS debido a sus condiciones geológicas y de vulnerabilidad.
Durante la sesión, se contará con la presencia del Comité Nacional de Gestión del Riesgo en Desastres, que visitará la zona de Campo Alegre, para evaluar la magnitud del riesgo y las medidas necesarias para proteger a la población.
Además, se hace referencia a una sentencia judicial que obliga al Alcalde Distrital de Barranquilla, Alejandro Char Chaljud, a proceder con el desalojo de los ocupantes de los edificios situados en la zona de alto riesgo, en cumplimiento con la normatividad vigente y las recomendaciones de los expertos en gestión de riesgos.
Esta acción busca mitigar los posibles impactos de un desastre natural y garantizar la seguridad de los habitantes de la ciudad.
