Este 19 de noviembre, cuando se conmemora el primer aniversario del asesinato de Samuel Eduardo Cárcamo, un niño de 6 años de edad, la justicia de Barranquilla dictó sentencia contra su padrastro, Elio Enrique Bracho Briceño, quien fue condenado a 45 años y 10 meses de cárcel por el homicidio del menor. La sentencia fue emitida por una jueza quien, tras el juicio, concluyó que el niño sufrió múltiples golpes en todo su cuerpo, causados por Bracho, que le arrebataron la vida.
La jueza destacó que, según el informe de la médico forense, el pequeño Samuel presentaba lesiones visibles en todo su cuerpo debido a los maltratos que sufrió durante el tiempo que estuvo bajo el cuidado de su padrastro, quien estaba a cargo de él mientras su madre trabajaba. La forense detalló que las heridas, como hematomas, escoriaciones y laceraciones, indicaban que el niño había sido golpeado en diversas partes del cuerpo, salvo en el cuello y los genitales externos.
Además, la jueza enfatizó que las agresiones físicas infligidas por Bracho no solo causaron la muerte del niño, sino que también provocaron un daño potencial a otros miembros de la familia. Esto incluyó a la madre del niño, quien había sufrido violencia por parte de su pareja, los abuelos del menor, que se sintieron impotentes al no poder intervenir, y la profesora del niño, quien no detectó a tiempo las señales de maltrato.
Los trágicos hechos ocurrieron entre la noche del 18 y la madrugada del 19 de noviembre de 2023, cuando la madre de Samuel dejó a su hijo al cuidado de Elio mientras ella trabajaba. A la 1:00 a.m. de ese día, la madre recibió una llamada de su pareja informándole que el niño estaba inconsciente. Al llegar a su casa, la madre encontró a su hijo en brazos de Elio, desnudo y mojado, y desesperadamente intentó reanimarlo antes de llevarlo al hospital, donde los médicos confirmaron su muerte. En su testimonio, la madre relató que, al ver a su hijo en la camilla cubierto con una manta, comprendió que no había necesidad de palabras para entender lo que había sucedido.
Testigos durante el juicio, incluidos los abuelos maternos de Samuel y su profesora, también compartieron detalles sobre el maltrato previo al homicidio. Los abuelos denunciaron que Elio les había prohibido acercarse a la familia, mientras que la maestra del niño recordó que Samuel había llegado un día con una mano inflamada debido a un golpe, aunque la madre intentó justificarlo como una lesión en el parque. Además, el niño se abstenía de jugar para evitar ensuciar su uniforme, ya que su padrastro lo castigaba cuando lo hacía.
La condena a Elio Bracho Briceño busca dar un poco de justicia a la memoria de Samuel y a su familia, mientras se espera que el caso sirva como un recordatorio de la importancia de detectar y prevenir el maltrato infantil.