Sandra Ortiz, exconsejera de las regiones en el gobierno de Iván Duque, está al borde de una imputación de cargos tras ser vinculada a un escándalo de corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). La Fiscalía la citó para una audiencia de imputación de cargos el próximo 29 de noviembre, en un proceso que podría incluir la solicitud de una medida de aseguramiento en su contra.
El caso ha tomado una dimensión pública considerable, y Ortiz ha expresado su desacuerdo con el proceso. A través de sus redes sociales, la exfuncionaria lamentó enterarse de la imputación por los medios de comunicación y denunció lo que considera un abuso por su condición de mujer. “No tengo nada que esconder”, afirmó, asegurando que ha cooperado con la Fiscalía desde el inicio de la investigación.
Sin embargo, las pruebas en su contra son contundentes. Los testimonios de figuras clave en el escándalo, como el exsubdirector de la UNGRD, Sneyder Pinilla, la vinculan directamente con una operación ilegal de desvío de recursos destinados a la gestión del riesgo. Según Pinilla, Ortiz habría sido “la mensajera” que facilitó la entrega de 3.000 millones de pesos, dinero que supuestamente iba a ser entregado al senador Iván Name, quien en ese momento presidía el Senado.
La ruta del dinero
Pinilla detalló cómo los 3.000 millones de pesos fueron entregados en efectivo y trasladados a través de un mensajero en una operación que involucró al director de la UNGRD, Olmedo López, y a Sandra Ortiz. La reunión clave, según los testimonios, ocurrió el 25 de septiembre de 2023 en el Hotel Tequendama, en Bogotá, donde se coordinaron los detalles del traspaso de dinero. Los investigadores han rastreado esta información a través de registros de llamadas y mensajes de WhatsApp entre Ortiz y López, que confirman la veracidad de los hechos narrados por Pinilla.
Evidencia electrónica
La investigación también se ha visto respaldada por los registros del celular de Sandra Ortiz, que fueron analizados por la Fiscalía. Las ubicaciones geográficas extraídas de los datos del teléfono móvil apuntan a una serie de encuentros en el mismo lugar que Pinilla mencionó, en un apartamento de Iván Name. Además, se hallaron comunicaciones con detalles precisos sobre las reuniones y las entregas de dinero, lo que refuerza las acusaciones de corrupción.
Los recibos del Tequendama
Como parte de las pruebas, se presentaron recibos de pago a nombre de Sandra Ortiz por el alquiler de una habitación en el Hotel Tequendama, por un total de 22 millones de pesos, lo que confirma su presencia en el hotel durante los días clave de las reuniones. Ortiz, según los registros, estuvo hospedada en el hotel durante varios meses, lo que añade más sospechas sobre su implicación en el escándalo.
La situación de Ortiz
A pesar de las pruebas en su contra, Sandra Ortiz insiste en su inocencia. «La Fiscalía sabe que no he cometido ningún delito», dijo en una reciente declaración, reafirmando su disposición a colaborar en todo momento. Sin embargo, con las pruebas acumuladas, su futuro judicial parece incierto, y la imputación de cargos podría traer consecuencias severas.
El caso sigue en desarrollo, y se espera que en la audiencia del 29 de noviembre se definan las próximas acciones legales contra Ortiz, quien, de ser hallada culpable, podría