Andrés Valencia, exministro de Agricultura de Colombia, se pronunció sobre la crisis que enfrenta la empresa Monómeros, destacando una preocupante caída en sus ventas bajo la administración de Nicolás Maduro en Venezuela.
Valencia, quien estuvo al frente del Ministerio de Agricultura durante el gobierno de Iván Duque, analizó los efectos de la actual gestión sobre la estabilidad de la agroindustria colombiana.
Según Valencia, Monómeros, una de las principales productoras de fertilizantes en Colombia, ha experimentado una drástica disminución en sus ventas desde que la empresa pasó a estar bajo control del régimen venezolano en 2021. “En 2021, Monómeros vendía 642 mil toneladas de fertilizantes en el país; en 2023, con la administración de Maduro, pasó a vender 353 mil toneladas, lo que representa una caída de más del 40% en las ventas”, explicó el exministro.
Valencia también subrayó que, a pesar de que los precios de los fertilizantes han aumentado ligeramente, la disminución en el volumen de ventas indica una pérdida de competitividad y relevancia de Monómeros en el mercado colombiano. “Yo no creo que, con precios un poco más altos y con un volumen que viene descendiendo, sea una empresa que esté impactando la estabilidad del agro colombiano”, agregó, apuntando que la empresa ya no tiene el mismo impacto positivo en la producción agrícola como lo hacía en el pasado.
Riesgos para los empleos y el futuro de la empresa
En relación a las dificultades económicas que enfrenta Monómeros, Andrés Valencia también destacó el riesgo que corre la empresa si no se procede con su venta a una entidad privada o multinacional. “Están en más riesgo los empleos si no la venden, debido a las eventuales sanciones del gobierno de Trump, que vendiéndole a una empresa privada o multinacional de otro país”, puntualizó, aludiendo a las tensiones diplomáticas y económicas entre Estados Unidos y Venezuela.
El exministro destacó que la incertidumbre sobre la venta de Monómeros pone en peligro tanto los empleos directos de la compañía como la estabilidad de sus operaciones a largo plazo. Según Valencia, la opción de vender la empresa a un comprador externo podría ser la única forma de evitar que las sanciones internacionales y la falta de competitividad terminen por afectar aún más la viabilidad de Monómeros y la industria de fertilizantes en Colombia.
Desafíos para el sector agrícola colombiano
Valencia también expresó su preocupación por la creciente dependencia del agro colombiano de empresas extranjeras para el suministro de insumos como los fertilizantes. La caída en la producción de Monómeros ha generado un vacío en el mercado, lo que ha obligado a los agricultores colombianos a recurrir a importaciones de fertilizantes más costosos. Esto ha generado incertidumbre en un sector agrícola que ya enfrenta desafíos de competitividad y sostenibilidad.
En ese sentido, el exministro hizo un llamado a las autoridades colombianas para que busquen soluciones que permitan estabilizar el mercado de fertilizantes y apoyar a los agricultores nacionales, quienes se ven afectados tanto por los precios más altos como por la escasez de productos clave para la siembra.
La venta de Monómeros, que ha sido un tema de debate en los últimos años, continúa siendo una de las principales preocupaciones para el futuro de la empresa y el sector agropecuario colombiano. Mientras tanto, las autoridades y los analistas siguen observando cómo se desarrollan los eventos en torno a la posible privatización de la compañía, en un contexto marcado por las tensiones políticas internacionales y la necesidad de preservar los empleos en la región.