Por: David Awad V.
Los tres negocios insignes y cómplices de muchas historias que brindaban diferentes tipos de gastronomías para el deleite del paladar, fueron y seguirán siendo un recuerdo imborrable de muchos Barranquilleros, todo, gracias al empeño y empuje de su gestor Hernán Córdoba Morissi, quien le imprimía ganas y sabor a cada proyecto o negocio que ponía.
Bar – Restaurante
“E L P E Z Q U E F U M A”
Carrera 44 No. 72-107 Teléfono 48746
Fundado en 1961
De Hernán Córdoba Morissi
En un punto estratégico y comercial de la ciudad, nacieron grandes establecimientos comerciales donde se daban cita todo tipo de personalidades del común y del espectáculo, todo en un mismo sector, hablamos de la calle 72 cuando aun siendo una calle estrecha sin divisor (Sin ampliar, sólo hasta 1965), era concurrido en un área circundante entre las calles 69 a la 74 entre carreras 43 y 54 respectivamente, pero los negocios nacientes en torno al parque Tomas Suri Salcedo (Antiguo parque Boston) y el propio estadio municipal “Romelio Martínez”, fueron sin duda alguna, muy sonados por estar al alcance de todos aquellos que lo frecuentaban, pues bien, el nacimiento del Bar Restaurante “El Pez Que Fuma”, fue sin duda alguna uno de los más llamativos y visitados por su comida de mar exquisita.
Nace “El Pez Que Fuma”
Fundado en el año 1961 por Hernán Córdoba, “El Pez Que Fuma”, negocio que dejó registrado ante cámara de comercia bajo el número de matrícula 9484 del 16 de diciembre de 1961 y NIT. 22326879, restaurante que se identificaba a simple vista por el símbolo de un pez con ojos de mujer, pestañas largas y una aleta que sostenía una pipa que según su imagen, fumaba y botaba humo por la boca, así se veía en toda su entrada en aquel inmenso aviso luminoso de neón (fabricado por Avisos Neón CARLOSA de Don Carlos Carvajalino).
El restaurante “El Pez Que Fuma” estaba al interior de una casona de dos niveles con balcón amplio y de entrada en forma de arco, ubicado en la carrera 44 No. 72-107 – teléfono 48 746, junto al restaurante de comida Árabe Trípoli (este último aún en pie).
Su fundador Hernán Córdoba Morissi era un publicista por naturaleza y un conocido comerciante del calzado (Calzado Morissi) que hasta incursionó en la construcción (Conjunto Residencial Córdoba), pero apasionado siempre por la gastronomía, tanto así fue que, poseía otros negocios de reconocimiento como “La Silla Coja Tasca” en la carrera 43 No. 68-32, una empresa de rifas y juegos de azar llamada “Pinzón & Córdoba” y “Rifa La Baratonga”. Tiempo después cerró “El Pez que Fuma” y lo mudó a la carrera 43 No. 68-12, frente al teatro San Jorge (Hoy estación de servicio San Jorge), donde terminó quitándolo y dando paso al restaurante “El Fogón Gaucho”. Todo cerca de su lugar de residencia conformado con su esposa Helena Pinzón de Córdoba (Familia Córdoba Pinzón), pues vivían al lado del Teatro San Jorge.
Hernán Córdoba como buen publicista siempre creó los slogans y nombre a cada negocio al cual se le medía.
Especialidad de la Casa
Tal como rezaba en sus avisos publicitarios de prensa, revista o radio, decía: “Frescos mariscos en deliciosas especialidades y los más gustosos pescados con el ambiente europeo y nuestra fina atención”.
En el interior del restaurante era usual encontrarse con murales y pendónes, sobre los cuales estaba pintado entre otros peces el pez que fuma con una pipa que sostenía una de sus aletas y botando humo por la boca, mientras que los otros peces estaba a su alrededor.
Mitos sobre la razón social “El Pez que Fuma”
Como muchas cosas particulares y únicas, el nombre del restaurante ha generado muchas historias que supuestamente dieron origen a colocarle tal razón social al restaurante, entre ellas dos versiones más escuchadas a saber:
Jaime Alberto Quintero Lemus comentó como forista de algún grupo, que según la historia o mito, eran dos amigos que salían a pescar, pero uno de los dos había dejado de fumar y habían hecho una apuesta a que no fumaria más, en un “descuido” y tentado hasta decir no más, tomo un cigarrillo, lo prendió y se lo llevó a la boca, fumándolo ansiosamente hasta la mitad, con tan mala suerte que, el amigo se devolvió y casi se lo “pilla” con el cigarro en la boca, gracias a si agilidad e ingenuidad, se quitó el cigarrillo de la boca y se lo puso en la boca en uno de los pescados que habían cogido, el amigo lo miró desconfiado y este sólo atinó a decir “El pescao salió fumador”, a lo que replicó el amigo entre carcajadas “¡Entonces el pez que fuma!”.
Otro cuento fue que la esposa de Hernán Córdoba, a quien le prometió no volver a fumar, se lo “pillo” cuando ágilmente se quitó el cigarrillo de la boca y lo puso velozmente a un pargo rojo que estaba en la mesa y su esposo le exclamó “Si claro, el pez que fuma”.
Tanta fama llegó a tener este restaurante, que el mismo Álvaro Cepeda Samudio, lo mencionó al interior de su cuento “Desde que compró la cerbatana ya Juana no se aburre los domingo” o popularmente conocido como “Los domingos de Juana”.
Con el desarrollo de la calle 72 y del sector, todo fue cambiando, la competencia aumentando y los hijos creciendo, de manera que como todo se acabó, y la familia Córdoba Pinzón se radicó en el exterior.
Restaurante – Bar
“L a S i l l a C o j a T a s c a”
Carrera 43 No. 68-32 Teléfono 46 934
Fundado en 1978
De Hernán Córdoba Morissi
Como un incansable comerciante, el señor Hernán Córdoba, apasionado por liderar los mejores platos gastronómicos de la ciudad, trae en esta oportunidad una variedad de comida española con tablao y flamenco en vivo.
La idea nace en su lugar de residencia, pues vivía contiguo al teatro San Jorge, desde allí, por la ventana se le vino a la cabeza explotar ese punto, cuando en medio del incremento vehicular y desarrollo comercial del sector, carecía de un sitio donde la familia pudiera degustar comidas y divertirse con espectáculos y música, de esta manera se convirtió en uno de los primeros restaurante show del país.
Dentro estaba dotado en su gran mayoría de taburetes, mientras que en el techo de la entrada había un aviso inmenso con la razón social “La Silla Coja” que se mezclaba con una silla sin una pata, como alusión al nombre.
La comida con la especialidad española no era lo único apetecido por sus clientes, sino también la variedad de vino ofrecido en la silla eran excelentes.
Grandes artistas y personajes desfilaron por “La Silla Coja”.
En La Silla Tasca se presentaban grandes artistas de la época, entre quienes se recuerdan a La Nena Jiménez, Mario Gareña, Aníbal Velásquez entre otros y artistas internacionales de la talla de José Luís Rodríguez (El Puma) en sus inicios, de quién se recuerda cuando una vez terminaba sus presentaciones, tomaba su biblia y daba una prédica al público.
Otro personaje que no faltaba los fines de semana era aquel hombre de estatura baja, con una pronunciada joroba de nombre Julio Jaramillo, quien más bien imitaba (muy bien) al “Jefe” Daniel Santos.
Una figura que se lució por sus movimientos y baile exótico fue Silvia Gette, quién una vez radicada en Barranquilla, inició sus shows allí.
Mitos sobre su nombre
Algunos dicen porque la hicieron con la mitad de una pata a la silla, otros porque nunca se lograba acomodar y quedaba cojeando a su sentada y algunos decía porque las sillas tenían las patas desiguales.
El Restaurante “La Silla Coja Tasca” pautaba en los principales programas y noticieros radiales como en el radioperiodico “Informando” de su asiduo comensal Marcos Pérez Caicedo, quien decía “La Silla Coja Tasca Española dá la hora”, pese a los esfuerzos de seguir adelante, se vió en la necesidad de cerrar sus puertas y se mantuvo hasta mediados de los años 90´s.
Restaurante Típico Argentino
“E L F O G Ó N G A U C H O”
Carrera 43 No. 68-12 Teléfono 45 878
Fundado en 1981
De Hernán Córdoba Morissi
Otro de los grandes negocios que tuvo a buen saber, fue “El Fogón Gaucho”. Estaba en la carrera 43 No. 68-12, frente al teatro “San Jorge” de la Calle 68 con carrera 43 (Hoy estación de servicio San Jorge).
Del Pez que Fuma al Fogón Gaucho
En el lugar se instaló inicialmente “El Pez que Fuma” cuando lo trasladó de la carrera 44 con 72 a la carrera 43 con 68, donde funcionó en una casa de color amarillo y que no alcanzó al año en ese punto cuando cambio a “El Fogón Gaucho”, con techo de tejas españolas de color rojo (de común uso en esas viviendas), el sitio se adecuó como restaurante de asados argentino y en su frente se caracterizaba por tener un cerramiento con especies de troncos de madera y, ramas que formaban el marco de la entrada en el antejardín con una rueda de carruaje en su parte superior. Una tinaja inmensa a su entrada y de fondo en la pared de la fachada de la casa pintada unas llamas, una fachada que lo identificaba de inmediato.
Los comensales se ubicaban en sus mesas y desde allí o cerca de la parrilla, podían apreciarse todo tipo de carne para escoger y elegir la porción de carne a la parrilla a su gusto o bien su plato de la casa “Gaucho al carbón”.
Todo cerca de su lugar de residencia conformado con su esposa Helena Pinzón de Córdoba (Familia Córdoba Pinzón), pues vivían al lado del Teatro San Jorge. Hernán Córdoba como buen publicista siempre creó los slogans y nombres a cada negocio al cual se le media e imponía con su creatividad desbordante.
Datos referenciados de:
Emi Choperena
Adlai Stevenson
Helkin Nuñez
Web
La Banca de Atrás
Y demás grupos históricos y sus foristas
Nota: En estos ensayos es importante el aporte de todos y cada uno de los intervinientes, a quienes pedimos disculpas por cualquier impresición o inconsistencia que se observen en el mismo, pues la idea central es dejar plasmada la historia de estos sitios que hicieron historia en nuestra amada Barranquilla.